ENTREVISTA DE 2002 CON ARMANDO SOBRE LA SEMANA SANTA EN GRANADA

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A continuación se reproduce la entrevista hecha en 2002 a Armando López-Murcia Romero sobre la Semana Santa en Granada y que fue publicada entonces en un fanzine del que saqué algunos números. En aquel momento los blogs de internet no estaban en marcha y en su lugar había que recurrir a ese tipo de ediciones hechas con fotocopias o páginas impresas grapadas en cuadernillos para tener así una publicación barata que permitiera su distribución gratuita. Las fotos que se acompañan son del entrevistado.

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Dice ser un enamorado de Granada y sus tradiciones y ejerce ese amor cada vez que puede. Antiguo alumno del Colegio Santo Tomás de Villanueva de Granada. Muy vinculado con el mundo de nuestras Hermandades desde niño, es un cofrade comprometido, convencido y convincente, y es uno de los Hermanos Mayores más jóvenes de nuestra ciudad al desempeñar actualmente dicho cargo en la Pontificia y Real Cofradía y Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad y Descendimiento del Señor del Real Monasterio de San Jerónimo, aunque no pierde nunca de vista sus orígenes en la Cofradía de Santa María de la Alhambra, a la que pertenece desde siempre por vinculaciones familiares. Gran aficionado a la fotografía, ha conseguido hacerse un nombre entre los fotógrafos más reputados de la temática cofradiera de Granada, sus obras ilustran los carteles y las publicaciones de nuestras Cofradías y es el autor del Cartel Oficial que anuncia nuestra Semana Santa en el presente año. Imbuido en los preparativos propios de este tiempo nos ha atendido y respondido a algunas preguntas.


¿Cómo llegas al mundo de las Cofradías?

Estoy inmerso en el mundo de las Hermandades de Granada desde siempre, ya que desde, muy pequeño, recuerdo que en mi casa se vivían los días de la Semana Santa y el ambiente de las Cofradías de manera muy intensa. Mi familia ha vivido toda la vida en la Alhambra, y mi abuelo fue uno de los fundadores de la Cofradía de Santa María que radica en la iglesia del recinto, por lo que todos los miembros de la familia han estado muy vinculados a ella. Rememoro con cariño los trajines del Jueves Santo en los instantes previos a la procesión, con mis tíos preparando las túnicas, las capas y los capillos, o a mi padre, cuando yo aún casi ni andaba llevándome a ver los desfiles por el centro de la ciudad. Son muchos recuerdos y mi gente me inculcó esos sentimientos que tienen mucho que ver con la fe y con la tradición; a mí me gusta muchísimo conservar las tradiciones que nos dejaron nuestros mayores porque considero que son el mejor patrimonio que se pueda poseer.


¿Hoy desempeñas cargo en alguna Hermandad?

Efectivamente, hoy día tengo el honor de ejercer el cargo de Hermano Mayor en la Pontificia y Real Cofradía y Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad y Descendimiento del Señor del Monasterio de San Jerónimo, las populares “Chías”.


Y, ¿de qué manera has llegado a tal responsabilidad, que es la máxima en una Cofradía según creo?

Sí, es la máxima responsabilidad en el ámbito de una Hermandad. La vida, a veces, resulta curiosa. Como ya te he dicho, yo desde siempre he pertenecido, y pertenezco, a la Cofradía de Santa María de la Alhambra, a la que acompaño, cada año y desde muy niño, en su salida del Sábado Santo, y me ha gustado todo lo relacionado con nuestras Hermandades. A los dieciocho años, mi buen amigo José Antonio Alemán Caballero, también antiguo alumno ¬¬agustino, me pidió que yo colaborara con su Cofradía de la Soledad en la edición de la revista “Descendimiento”, ofreciéndome la posibilidad de coordinar un número de manera provisional entretanto encontraban alguien que se hiciera cargo de la publicación, y todo ello, en base a mi experiencia como director en su momento de “Moaxaja”en nuestro Colegio; el caso es que lo que iba a ser una edición transitoria se convirtió en mi integración paulatina en la Junta de Gobierno de la Cofradía, con cada vez mayor número de responsabilidades. Me fui haciendo cargo de diferentes áreas, la inicial revista se convirtió en unos dieciséis números a lo largo de estos últimos diez años, y he seguido trabajando hasta que hace año y medio resulté elegido Hermano Mayor de la Cofradía. Mi corazón cofrade se “partió” en dos mitades entre la Alhambra y San Jerónimo, y de él se han adueñado la Virgen de las Angustias que se venera en las alturas de la colina roja y la Reina enlutada que habita en el convento jerónimo.



¿Qué exige esa responsabilidad?

Pues, fundamentalmente mucho esfuerzo, cariño y dedicación. Quien en los días de cada Semana Santa contempla en nuestras calles los desfiles procesionales ve sólo el lado bonito, la magnificencia de los tronos, los pasos y los enseres, el orden de los penitentes y las camareras, la música, el trabajo de los costaleros, la flor... pero detrás está la labor y el tesón de todo un año y de muchas personas. Cuando tu Cofradía regresa a su sede y se encierra, en ese mismo instante, hay que comenzar a preparar la Estación de Penitencia del año siguiente, a intentar corregir los fallos. Presentar una Hermandad en la calle conlleva muchos gastos y muchos “quebraderos” de cabeza, y a ese esfuerzo hay que unir el resto de actividades de la Hermandad, porque, afortunadamente, las Cofradías ya no son sólo algo que sale a la calle en Semana Santa y una vez concluida la procesión se guarda todo y hasta el año que viene; ahora, se mantiene ininterrumpidamente una actividad de cultos, de relaciones con otras Cofradías y con los hermanos Mayores Honorarios, hay un protocolo, hay charlas de formación cristiana para los cofrades, se desarrollan iniciativas de caridad, pregones, carteles, conciertos, Cultos, y las Casas de Hermandad están abiertas todo el año. Si a eso unes la necesidad de reunirse varias veces al mes las Juntas de Gobierno para ir avanzando hasta que llega la Cuaresma en la que el trabajo se multiplica, la labor de ir cerrando los mil y un detalles, la tarea de ir intentando hacer frente a los imprevistos, y, en ocasiones, pocas gracias a Dios, la labor de ir tratando de solucionar las tensiones que a veces surgen entre las personas que conviven y trabajan tan estrechamente, pues el trabajo puede llegar a ser agotador. Aunque sea un poco exagerado, casi podríamos hablar de una “profesionalización” del cargo, dado el tiempo que requiere, y de la necesidad de tener un buen equipo, porque un Hermano Mayor sin personas que lo apoyen y colaboren con él en que las diferentes áreas desarrollen su cometido, no tiene nada que hacer. Creo que ante todo, la actitud de un hermano Mayor debe ser de diálogo, de comprensión, de equilibrio y escucha, de buena voluntad, de entender el honor del cargo como servicio a los hermanos que te confiaron su guía y gobierno. Yo no sé si lo consigo siempre, pero procuro hacerlo así, aunque seguro que me equivocaré en mis decisiones mil veces al día.


¿Los cargos se desempeñan de forma gratuita?

Total y absolutamente. Quizá las Cofradías sean uno de los últimos reductos para el altruismo. Es más, no sólo no se trata de cargos remunerados sino que el ejercicio de los mismos suele costar bastante dinero a quien los desempeña, en gasolina, en sellos, en teléfono, en pequeñas facturillas que se rompen para ayudar a la Hermandad en vez de presentarlas a Tesorería... y en el tiempo que se dedica, que muchas veces, te impide desarrollar otras actividades, incluso profesionales; pero el sacrificio creo que merece la pena. Las cosas hay que hacerlas con entrega y convencimiento, y si no, lo mejor es quedarse en casa y dar paso a otros que tengan mayores ganas de luchar.


Antes has apuntado algo acerca de las tensiones en el seno de las Hermandades. Háblanos de ello. ¿Existen problemas?

Las Cofradías, se nutren de personas, con los defectos y virtudes que tenemos, y como en todo grupo humano, surgen problemas, discusiones, enfrentamientos... que nunca deberían producirse en base a lo que especialmente perseguimos y predicamos las Hermandades, pero que están ahí, y, en ocasiones, si las personas que se enfrentan no tienen la suficiente humildad y capacidad de perdonar pueden llegar a convertirse en auténticas guerras que no hacen sino perjudicar a la Hermandad que sea, e incluso, te diría que a todas las demás. Ese es el principal escollo en el mundo de las Cofradías, ya digo, principalmente causado porque somos grupos humanos, y a partir del hecho de juntar la opinión de dos sujetos que conviven y trabajan codo con codo, pueden surgir las disparidades, y es normal; lo que nunca debe pasar es llegar a la guerra, sino que hay que procurar ceder y entenderse en base al alto fin que tenemos encomendado; esa es una asignatura pendiente, que nos cuesta muchas críticas, y que, poco a poco, creo que se va consiguiendo aprobar, aunque sea “por parciales”. Pero esos “problemas” puntuales no deben empañar el magnífico trabajo desarrollado por las Cofradías a todos los niveles, incluido el humano.


¿Se están “sevillanizando” nuestras Hermandades de Granada?

Sin duda, y por desgracia, y ello no lo digo, en absoluto, con desprecio, sino con la mayor de las tristezas, y me explico. Yo no estoy en contra de la Semana Santa de Sevilla; al revés, la admiro y respeto siendo consciente de la importancia que tiene y de lo que mueve e incluso, siendo partidario de ciertas influencias, pero no de la copia por la copia. Es más, no me falta un libro o un vídeo o un CD de ella, pero lo mismo que los tengo de la Semana Santa de Murcia o de la de Castilla-León, o de la de Aragón. Sin embargo, las Cofradías de Granada están perdiendo paulatinamente su personalidad y tradición por “importar” patrones de Andalucía occidental en una considero que mal entendida renovación. Así, estamos trayendo imágenes de más que dudable categoría artística para reemplazar las nuestras, o perdemos nuestros tronos, puede que humildes pero originales, por cambiarlos por grandes pasos casi seriados hechos en talleres hispalenses, impactantes pero repetitivos, todos de estilo “pecho paloma” y rebosantes de volutas y angelillos impersonales, o estamos recortando las túnicas bordadas de cola a nuestros Cristos haciendo desaparecer una costumbre inveterada y exclusiva de nuestra ciudad, o sustituimos los faroles artesanos de chapa y cristales granadinos por orfebrería clónica, o todas nuestras Vírgenes tienen que pasar a tener palio o cambiar el que ya tenían, aunque sea a costa de recortar tisú dorado o en plata para calcar dibujos ya existentes en las Hermandades de la vera del Guadalquivir, o nos sobran las “mantillas” en las Estaciones de Penitencia que han sido característica y símbolo de identidad de nuestra Semana Santa, o se suprimen elementos que, si hay suerte, se condenan al olvido del rincón de un almacén, y, si no la hay, se queman o abandonan hasta su destrucción, sin tener en cuenta que forman parte de nuestra historia y que, como mínimo, deben quedar guardados o expuestos como testimonio de lo que hemos sido y hemos tenido, y del esfuerzo que realizaron otras personas en tiempos no tan fáciles ni tan abundantes como los actuales. Yo todavía entiendo que las Cofradías de nuevo cuño se levanten con el estilo que prefieran sus hermanos, pero me duele que Hermandades de muchos años y con estilo y enseres muy consolidados se vean transformadas y alteradas por “modas”, perdiendo enseres y rasgos personalísimos y exclusivos cuando, por el contrario, son una herencia, que debe ser respetada, como producto del trabajo de quienes nos precedieron en su gobierno. Quienes gestionamos las Hermandades en cada momento somos depositarios de una historia y del trabajo de unos antecesores, y no siempre tenemos conciencia de ello.



Y su Hermandad... ¿se sevillaniza?

Yo prefiero hablar de la Hermandad a la que pertenezco que de “mi” Hermandad, expresión que da una falsa idea de propiedad. Ha sido empeño de quienes la han dirigido antes que yo, y, desde luego, mío, de mantenerla en su pureza, libre de influencias externas innecesarias que alteren su idiosincracia. Se trata de una Cofradía muy característica, con elementos muy granadinos y especiales que, si en un tiempo fueron propios de todas las Hermandades de la ciudad, se han mantenido sólo en la de la Soledad como son las “Chías”; otras peculiaridades son, por ejemplo, el paso “viviente” del Cristo del Descendimiento en el que hermanos de la Cofradía caracterizados de Santos Varones y de las Tres Marías portan la talla de Cristo Yacente atribuida a Pablo de Rojas, o la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, dolorosa de vestir tan cercana a Pedro de Mena que se le atribuye, que procesiona sin palio y mantiene una actitud de tristeza profunda pero serena y lleva las manos entrelazadas, característica propia de la escuela escultórica granadina; o las largas filas de penitentes amarillos y negros que portan farolillos morados oscilantes, etc... Son suficientes motivos como para mantener su personalidad, ¿verdad?.


También se critican los gastos de las Hermandades...

Sí, pero creo que es, fundamentalmente por desconocimiento. Las Cofradías procuran poseer para el culto externo enseres de gran valor, sobre todo artístico y, por qué negarlo, económico, y creo que ello es bueno, creo que es bueno que exista cierta competitividad en intentar que nuestro Cristo o nuestra Virgen lleven los mejores ajuares posibles; ahora bien, que ello no se convierta en el fin primordial. No podemos olvidar el carácter de nuestra Semana Santa, que como todo lo propio de Andalucía, es exagerado, fastuoso, barroco, en una forma muy peculiar de expresar la fe... Creo positivo el hecho de que para conseguir hacerle una corona a la Virgen, costear un respiradero de plata, o bordar una túnica para un Cristo, unan sus esfuerzos e ilusiones durante bastante tiempo el joven y el viejo, hombres y mujeres, ricos y pobres, y que todos juntos realicen iniciativas para lograr esa ilusión. Por otro lado, hay que recordar que el gasto de las Cofradías ha permitido la continuidad y supervivencia de muchos oficios artesanos como la talla, el dorado, el bordado, la orfebrería, la cerería, etc... que se habrían perdido indiscutiblemente sin las Hermandades, y yo, desde luego, prefiero a tres familias bordando en oro un costoso y recargado manto durante tres años, y la creación de esa obra de arte y de esos puestos de trabajo mantenidos ese tiempo, a que esas bordadoras, o los empleados de taller de un orfebre o de un ebanista o tallista, por ejemplo, estén haciendo cola en el INEM; y luego hay otra faceta interesante que es que luego, ese manto, ese respiradero o esa corona, en la calle provoca que “mi” Semana Santa tenga más valor en la parte de espectáculo que indudablemente posee, y la gente salga a la calle a ver las Cofradías, y gane dinero el señor del hotel que está completo porque vinieron visitantes a contemplar nuestra Semana Mayor, o el señor del bar, el de los globos, el tío de las pipas, el de las patatas asadas.... esa es una labor social indirecta de las Cofradías con sus estrenos y con sus enseres, que considero importantísima, puesto que crea riqueza para todos. Igualmente, mantengo que ese no debe ser nunca el fin exclusivo, pues nuestra base es religiosa, y esta labor social, al ser y sentirnos cristianos y católicos, debe acompañarse de otras iniciativas de caridad que ya se van asumiendo. No se puede desposeer a la Semana Santa de su parte de boato y oropeles, como acto de culto que es, y toda liturgia requiere de una ceremonia y un patrimonio, pero sin olvidar, desde luego, que su esencia es religiosa y consiste en dar testimonio público de fe. El secreto es saber trascender el aspecto externo, sin suprimirlo, para vislumbrar lo importante. Igualmente te digo que de nada sirve el testimonio público de esa fe si después no eres capaz de vivirla en el ámbito de tu familia, de tus amigos, de tus relaciones laborales... pero eso es cuestión de cada uno.


¿Cómo os integrais en la Iglesia?

Pienso que cada vez mejor, gracias a nuestro esfuerzo y a los esfuerzos de comprensión que se están realizando por algunos sectores de la jerarquía y de otros movimientos eclesiales. Casi siempre, un simple gesto abre una vía de entendimiento, y en Granada tenemos un caso reciente como ha sido la apuesta decidida que nuestro actual Arzobispo, Monseñor Cañizares, ha realizado por las Cofradías, haciéndose eco de nuestro clamor durante tantos años pidiendo el acceso al interior de la Santa Iglesia Catedral y siendo consciente de nuestras muchas posibilidades, y reclamándonos un papel más activo en las necesidades y cometidos de la Iglesia diocesana. Sin embargo, continúa habiendo una parte de esa jerarquía eclesiástica y de algunos otros movimientos que, quizá por desconocimiento, o quizá por determinadas actitudes de los miembros de las Hermandades, nos ignoran a los cofrades en el mejor de los casos, o bien nos censuran o incluso nos detestan, sin intentar comprendernos y sin querer darse cuenta del inmenso potencial de las Cofradías en el seno de la Iglesia si se sabe atraer nuestra atención y comprender nuestra especial forma de vivir la fe; en ese camino de comprensión trabajan ya muchos sacerdotes que sí se han advertido que, cuando hay cultos o actos de una Hermandad en su iglesia, el templo se llena, y de todos los que llegan a un Vía-Crucis, a una Misa, aunque sea a oír al pregonero de turno o a la banda, alguno puede que se quede, y es ahí donde cobra todo su sentido el primordial papel de las Cofradías como catequesis de alejados. Las Cofradías en las que sus responsables espirituales toman interés están viendo incrementada enormemente la participación de los hermanos en iniciativas de culto, formación, caridad... Hay también, por qué no admitirlo, muchos defectos en nosotros, los cofrades no somos perfectos, y es necesario ir puliendo paulatinamente esas cosas, sobre todo, con comprensión y paciencia, en un camino que ya está iniciado y creo y deseo que no tenga retorno.


Volviendo a ti, tu faceta cofrade no acaba en lo que hemos descrito antes, sino que también podemos verte por las calles de Granada haciendo fotografías de los pasos y las procesiones...

Es cierto. A mi pasión por las Cofradías se une mi “hobby” favorito, que es la fotografía, afición que me viene de herencia porque, como sabes, mi padre, tristemente ya desaparecido, era periodista gráfico en diversos medios escritos y cámara de televisión, y era un gran profesional y un gran artista. Por desgracia, no pudo enseñarme todo lo que sabía, que era mucho, y mis condiciones las considero muy inferiores a las suyas porque parecérsele a nivel fotográfico sería para mí un sueño, pero me debió dejar un poco de su arte y me dedico a la fotografía “cofrade”, a veces, incluso, consiguiendo algún buen resultado.


Pero, ¿cómo empezaste?

De una manera muy rara; hasta los diecisiete años yo no había cogido una cámara de fotos, y lo hice en aquella Semana Santa, y la verdad es que los resultados no fueron malos vistos desde la perspectiva de entonces, aunque hoy serían fotos muy mejorables. Continué al año siguiente y empecé a formarme en escuelas de fotografía, y perseveré en mi afición, y poco a poco, fui depurando la técnica y obteniendo mejores resultados, que me llevaron a ir incluyendo algunas de mis obras en publicaciones y revistas cofrades y dándome a conocer poco a poco.


Has ganado varias veces el concurso del Cartel Oficial, y este año es obra tuya.

Sí, tras algunos años de “sequía” fui recibiendo algunos premios modestos en varios concursos, que me estimularon a continuar, hasta que conseguí el Cartel Oficial del año 94, lo que supuso una ilusión enorme. A partir de ahí, a pesar de que lo que voy a decir suene a pedante es la verdad, me convertí en asiduo entre los galardones de los certámenes fotográficos dedicados a la Semana Santa y entre las publicaciones cofrades de Granada, y el primer premio del Concurso Oficial recayó sobre mis obras de nuevo en el año 97 y en este, en que una instantánea del pasado año, que presenta al Cristo del Silencio bajo las torres de la Alhambra en la madrugada del Jueves Santo, anuncia nuestra Semana Mayor de 2002, lo que es motivo de especial satisfacción para mí, y supongo que para todos aquellos, pocos, que nos entregamos a esta pasión por las Cofradías y la fotografía, que, además, nos sale la afición por un ojo de la cara, que todo hay que decirlo, ¡já, já!, al tratarse de un “hobby” no excesivamente barato.


Y ¿cómo se hace eso que tú llamas fotografía cofrade?

Desde luego con mucha constancia, más paciencia y con mucho cariño hacia nuestra Semana Santa. He dicho muchas veces, y lo repito con frecuencia, que no basta sólo la técnica para ello; la técnica puede dar buenos resultados, y arrojará una instantánea perfecta, pero fría, formal. A mi juicio, a la técnica hay que unir el sentimiento, ese “pellizco” que provoca que cuando miras por el visor de la máquina fotográfica lo que ves te llame en un momento determinado la atención y te transmita el suficiente mensaje “cofrade” como para que te decidas a inmortalizar el instante para dárselo a conocer a otros a través de las copias. Cuando se unen esos dos elementos, la foto comunica, habla, “pregona”.


Será un trabajo duro...

Lo es, y mucho. Piensa que supone estar en la calle un mínimo de ocho horas cada uno de los días de la Semana Santa, salvo aquellos en los que realizas Estación de Penitencia en tu propia Cofradía, cargado con bastantes kilos de material entre cámaras, objetivos y trípode, esperando el segundo y el encuadre, yendo de un lado a otro de la ciudad buscando los escenarios más idóneos de los recorridos de las Hermandades. Cansancio que se va acumulando, mucho desánimo a veces cuando no te salen las cosas como tú las habías previsto, y sobre todo, mucha renuncia a estar con los tuyos viendo los desfiles procesionales y mucha paciencia y comprensión de quienes quieren estar contigo disfrutando de las Hermandades y no lo pueden hacer porque tú estás “trabajando”, sea tu novia, tu familia, tus amigos... Además es una labor muy complicada por las dificultades que tiene hacer fotos en vivo, no en un estudio; en la calle tienes que conseguir, en una instantánea en la que aparezca un paso procesional o un detalle cofrade, la información y el mensaje de una foto periodística combinados con la composición y la elegancia de una foto artística o de estudio, y eso en medio de unas condiciones que tú no puedes controlar, como es la cantidad de gente moviéndose y poniéndose delante, las luces contrarias, los letreros comerciales y el cableado que tanto afea nuestra ciudad, las prisas del instante exacto en el que debes hacer la foto para que tenga el contenido que tú deseas, los fallos “técnicos”... es bastante difícil, la verdad, pero lo cierto es que luego se ve recompensado todo ese esfuerzo cuando ves tus obras trasladadas a los carteles y a las revistas anunciando la Semana Santa y las Cofradías en todas las paredes y escaparates, siendo lo que alguien llamó, a ver si me acuerdo, “pregones impresos de la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesucristo y de los dolores de su Santísima Madre que, cada año, rememora Granada”.


Por último, ¿qué deseas para la próxima Semana Santa?

Lo mejor que se puede desear: tiempo soleado y espléndido para que ninguna Hermandad sufra la tristeza de ver frustradas sus ilusiones trabajadas durante todo el año por una tarde de lluvia, concurrencia máxima de hermanos y hermanas en las filas, afluencia inmensa de público en nuestras calles y ausencia de todo tipo de problemas en todos y cada uno de nuestros desfiles procesionales, para que podamos celebrar una Semana Santa esplendorosa, espectacular y, a la vez, plena de sentido cristiano.

ACERCA DE ANTEQUERA

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El término municipal de Antequera, situado en el centro de Andalucía en una zona de tránsito de viajeros y culturas desde los más remotos tiempos, posee algo más de 810 km² con una altitud media sobre el nivel del mar de casi 580 metros, una población de algo más de 45.000 habitantes y multitud de monumentos y parajes naturales de extraordinario valor.

La especial predisposición de Antequera como encrucijada de caminos ha dejado huellas constatables en sus tierras desde la Edad del Cobre. Nos han llegado construcciones megalíticas de carácter funerario en Menga, el Romeral y Viera así como la necrópolis de Alcaide. Durante la época romana se denominó al asentamiento “Antikaria”, que significa “La Antigüa”, y es de este nombre de donde procede su actual denominación. En 1955 se encontró una escultura de 1,43 metros de altura llamada El Efebo de Antequera, datada en el siglo I de nuestra era y considerada una de las más bellas de la Hispania romana. En el siglo Vlll fue conquistada por Abdelaziz Ben Muza y bajo dominio musulmán se la llamó “Medina Antikaria”. De este período proceden las murallas de la Medina y de la Alcazaba. En 1410 las tropas cristianas mandadas por el Infante don Fernando entran en la ciudad, convirtiéndose en una ciudad. Una vez concluida la reconquista disfrutó de una extraordinaria expansión demográfica que condujo a que desde la segunda mitad del siglo XVI y hasta el XVIII se viviera una época de crecimiento urbano plagado de monumentos que han llegado hasta nuestros días, la mayor parte de carácter conventual o religioso, dentro de lo que hoy conocemos como casco antiguo. La ciudad posee una abundante riqueza monumental que invita al paseo de la cual destacan la Alcazaba de Antequera; el Pósito; el Hospital de San Juan de Dios, construido en la segunda mitad del siglo XVIII; el Palacio Consistorial, antiguo convento; el Palacio del Marqués de las Escalonias; el Palacio de los Marqueses de la Peña de los Enamorados, del siglo XVI; el Palacio del Marqués de Villadarias; el Palacio de Nájera; la Casa Bouderé; la Casa de los Colarte; la Casa del Conde de Colchado; la Casa del Conde de Pinofiel; la Casa del Barón de Sabasona; la Casa de los Pardo; la Casa de los Ramírez; la Casa de los Serrailler; la Caja de Ahorros de Antequera y el Teatro-Cine Torcal, de la década de 1930; el Arco de los Gigantes, del siglo XVI; las Puertas de Estepa ,destruida en la década de 1930 y reconstruida a finales del siglo XX, de Granada y de Málaga; la Escultura del Infante Don Fernando y la Fuente de los Cuatro Elementos en la plaza del Coso Viejo;la Fuente de San Sebastián; la columna barroca del Triunfo de la Inmaculada y, las más recientes Escultura de Pedro Espinosa, poeta antequerano, y Fuente de los Enamorados construida en 2004.

En cuanto a fiestas y tradiciones debemos destacar que la Semana Santa de Antequera es una de las más arraigadas y de sabor más tradicional de Andalucía, contando con imágenes que se consideran entre las más interesantes expresiones del Barroco. Junto a la festividad de la Semana Santa son igualmente destacables la Feria Primavera y la Real Feria de Agosto, celebrándose en ambas renombradas corridas de toros.
No podemos terminar de hablar de Antequera sin hacer mención a su riqueza natural y paisajística. “El Torcal”, lugar situado a menos de 15 kilómetros del centro urbano, ofrece un entorno que alberga multitud de sorprendentes formas calcáreas moldeadas por la erosión que le convierten en uno de los más bellos e impresionantes ejemplos de paisaje kárstico de Europa que, procediendo del fondo del mar hace acaso cien millones de años, hoy se eleva hasta alturas cercanas a los 1.300 metros.

Cerca de la ciudad, sobre el llano, destaca la inconfundible “Peña de los Enamorados”, también conocida como “El Indio” por parecer la cara boca arriba de un rostro. Esta peña está relacionada con una leyenda que en su versión más popular hablar de un amor imposible entre la mora Tagzona de Archidona y el cristiano Tello de Antequera. Ella era hija del alcalde moro de Archidona que capturó al joven con la intención de matarlo porque no consentía la unión por cuestión de fe. Pero Tagzona liberó al joven cristiano de su cautividad y huyeron juntos. Viéndose en trance de ser capturados por sus perseguidores decidieron arrojarse desde la peña y morir. La leyenda ha querido convertirles, a él, en la piedra que mira al cielo y, a ella, en el viento que acaricia el rostro de su amado.

Gonzalo Antonio Gil del Águila
Granada, 25/12/10

TRADUCCIÓN DE LAS INSCRIPCIONES ÁRABES EN LA ALHAMBRA Y EL GENERALIFE

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Existen unas 10.000 inscripciones en árabe repartidas por el complejo de La Alhambra y El Generalife. Se trata tanto palabras y frases sueltas como de versos. En 2002 comenzó un trabajo, en el que colaboran El Patronato de La Alhambra y El Generalife y la Escuela de Estudios Árabes dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que tiene por objetivo el estudio de las inscripciones caligráficas del complejo y la creación de un corpus epigráfico. Se prevé que el trabajo esté concluido 2011 y pueda ser accesible en Internet con todo cuanto ello significa de divulgación entre investigadores y público en general. Al frente del trabajo está, como director científico, Juan Castilla Brazales, miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Las inscripciones se encuentran en una antigua caligrafía que llamamos cúfica y en otra cursiva lo que implica la dificultad de su lectura incluso para hablantes árabes nativos. Hay quien considera que el mayor valor de estas inscripciones no es lo que dicen si no su riqueza plástica.

Tras la Toma de Granada se hicieron diversas traducciones que no se han conservado. En 1564 el morisco granadino Alonso del Castillo (muerto en 1610) recibió el encargo del Concejo de Granada de recopilar y traducir las inscripciones árabes del complejo. Gracias a su labor han llegado hasta nosotros textos cuya inscripción se ha perdido. Alonso del Castillo era un criptojudío médico y trujamán (traductor del árabe al castellano) que sin duda participó en la falsificación de los Libros Plúmbeos del Sacromonte. En 1859 se publicó el libro Inscripciones árabes de Granada del catedrático de arte de la Universidad de Granada Emilio Lafuente Alcántara (1830-1868), obra que todavía hoy es referencia imprescindible.

La frase más repetida en el complejo es el lema de la dinastía nazarí, “sólo Alá es vencedor”, atribuida a su fundador Alhamar. Esta frase inunda el Palacio de Comares. Se considera que los tres poetas de la Corte de Granada que compusieron versos inscritos y que han llegado a nosotros fueron Ibn al-Yayyab (1274-1349), Ibn al-Jatib (1313-1375) e Ibn Zamrak (1333-1393), que destaca entre todos ellos. Los tres desempeñaron cargos de gobierno en su época. En el complejo hay también versos coránicos y una profusión de palabras y frases sueltas, como “bendición” y ”felicidad ”, cuya inscripción se supone una manera de pedir esas gracias o consagrar un lugar o sultán; o como el consejo “sé parco en palabras y saldrás en paz”, sin duda muy útil entre diplomáticos y políticos; o como otras frases: “la eternidad es atributo de Dios”, “alégrate en el bien, pues ciertamente es Dios quien ayuda” o “sólo a Dios pertenecen la grandeza, la gloria, la eternidad, el imperio y el poder”. Hay poesías de extensión variable que tienen desde versos aislados hasta largas composiciones que ocupan paredes y techos.

En 2001 Eduardo Paniagua y El Arabí Serghini grabaron un disco de “música andalusí” llamado Poemas de la Alhambra con versos de La Alhambra atribuidos de Ibn Zamrak. Sin duda, la publicación en 2011 del trabajo dirigido por Juan Castilla Brazales servirá para que se difunda una imagen poética e idealizada de aquellos tiempos.

Gonzalo Antonio Gil del Águila
Granada, 30/12/10

A continuación se reproduce la traducción al castellano de varios poemas epigráficos de La Alhambra en la versión ofrecida en la web de la Asociación Pedagógica y Cultural Alhambra junto con las notas incluidas en esa publicación.

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Poema de la taca derecha en el pórtico norte del Generalife

Estas tacas eran nichos, alacenas u hornacinas practicados en el muro, situados por parejas a ambos lados de los arcos o puertas de entrada a las habitaciones para contener vasijas con agua en su interior.
El poema, escrito en su alfiz dice:

«Taca en la puerta del salón más feliz
para servir a Su Alteza en el mirador.
¡Por Dios, qué bella es alzada
a la diestra del rey incomparable!
Cuando en ella aparecen los vasos de agua,
son como doncellas subidas a lo alto.
Regocíjate con Ismail, por quien
Dios te ha honrado y hecho feliz.
¡Subsista por él el Islam con fortaleza
tan poderosa, que sea la defensa del trono!»


Tercer poema en la torre de la Cautiva

«Esta obra ha venido a engalanar la Alhambra;
es morada para los pacíficos y para los guerreros;
Calahorra que contiene un palacio.
¡Di que es una fortaleza y a la vez una mansión para la alegría!
Es un palacio en el cual el esplendor está repartido
entre su techo, su suelo y sus cuatro paredes;
en el estuco y en los azulejos hay maravillas,
pero las labradas maderas de su techo aún son más extraordinarias;
fueron reunidas y su unión dio lugar a la más perfecta
construcción donde ya había la más elevada mansión;
parecen imágenes poéticas, paranomasias y trasposiciones,
los enramados e incrustaciones.
Aparece ante nosotros el rostro de Yusúf como una señal
es donde se han reunido todas las perfecciones.
Es de la gloriosa tribu de Jazray cuyas obras en pro de la religión
son como las aurora cuya luz aparece en el horizonte.»


Poema de la puerta de Comares

«Soy corona en la frente de mi puerta:
envidia al Occidente en mí el Oriente.
Al-Gani billah* mándame que aprisa
paso dé a la victoria apenas llame.
Siempre estoy esperando ver el rostro
del rey, alba que muestra el horizonte.
¡A sus obras Dios haga tan hermosas
como son su temple y su figura»

(*) Al-Gani billah: El vencedor por Dios: Sobrenombre tomado por Mohamed V tras la victoria de Algeciras en 1369.


Poema de la taza de los leones

«Bendito sea Aquél que otorgó al imán Mohamed
las bellas ideas para engalanar sus mansiones.
Pues, ¿acaso no hay en este jardín maravillas
que Dios ha hecho incomparables en su hermosura,
y una escultura de perlas de transparente claridad,
cuyos bordes se decoran con orla de aljófar?
Plata fundida corre entre las perlas,
a las que semeja belleza alba y pura.
En apariencia, agua y mármol parecen confundirse,
sin que sepamos cuál de ambos se desliza.
¿No ves cómo el agua se derrama en la taza,
pero sus caños la esconden enseguida?
Es un amante cuyos párpados rebosan de lágrimas,
lágrimas que esconde por miedo a un delator.
¿No es, en realidad, cual blanca nube
que vierte en los leones sus acequias
y parece la mano del califa, que, de mañana,
prodiga a los leones de la guerra sus favores?
Quien contempla los leones en actitud amenazante,
(sabe que) sólo el respeto (al Emir) contiene su enojo.
¡Oh descendiente de los Ansares, y no por línea indirecta,
herencia de nobleza, que a los fatuos desestima:
Que la paz de Dios sea contigo y pervivas incólume
renovando tus festines y afligiendo a tus enemigos!»


Poema de la fuente del jardín de Daraxa

«Yo soy un orbe de agua que se muestra a las criaturas diáfano y transparente
una gran Océano cuyas riberas son labores selectas de mármol escogido
y cuyas aguas, en forma de perlas, corren sobre un inmenso hielo primorosamente labrado.
Me llega a inundar el agua, pero yo, de tiempo en tiempo,
voy desprendiéndome del transparente velo con que me cubre.
Entonces yo y aquella parte del agua que se desprende desde los bordes de la fuente,
aparecemos como un trozo de hielo, del cual parte se liquida y parte no se liquida.
Pero, cuando mana con mucha abundancia, somos sólo comparables a un cielo tachonado de estrellas.
Yo también soy una concha y la reunión de las perlas son las gotas,
semejantes a las joyas de la diestra mano que un artífice colocó
en la corona de Ibn Nasr del que, con solicitud, prodigó para mí los tesoros de su erario.
Viva con doble felicidad que hasta el día el solicito varón de la estirpe de Galib,
de los hijos de la prosperidad, de los venturosos,
estrellas resplandecientes de la bondad, mansión deliciosa de la nobleza.
De los hijos de la cabila de los Jazray, de aquellos que proclamaron la verdad y ampararon al Profeta.
El ha sido nuevo Sa'd que, con sus amonestaciones, ha disipado y convertido en luz todas las tinieblas
y constituyendo a las comarcas en una paz estable ha hecho prosperar a sus vasallos.
Puso la elevación del trono en garantía de seguridad a la religión y a los creyentes.
Y a mí me ha concedido el más alto grado de belleza, causando mi forma admiración a los sabios.
Pues nunca se ha visto cosa mayor que yo, en Oriente ni en Occidente
ni en ningún tiempo alcanzó cosa semejante a mí,
rey alguno, en el extranjero ni en la Arabia.»

Poema del arco de entrada al mirador de Daraxa

Cada una de las artes me he enriquecido con su especial belleza y dotado de su esplendor y perfecciones.
Aquel que me ve juzgue por mi hermosura de la esposa que se dirige a este vaso y le pide sus favores.
Cuando el que me mira contempla atentamente mi hermosura se engaña la mirada de sus ojos con una apariencia.
Pues al mirar a mi espléndido fondo cree que la luna llena tiene aquí fija su morada habiendo abandonado sus mansiones por las mías.
No estoy sola, pues desde aquí contemplo un jardín admirable.
No vieron los ojos cosa semejante a él.
Este es el palacio de cristal;
sin embargo, ha habido quien al verlo le ha juzgado un océano proceloso y conmovido.
Todo esto lo construyó el Imán Ibn Nasr*;
sea Dios guardián para los demás reyes de su grandeza.
Sus ascendientes en la antigüedad alcanzaron mayor elevación
pues ellos hospedaron al Profeta y sus deudos.

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*Aclaración: el Imán Ibn Nasr es Mohamed V.


Poema de la sala de Dos Hermanas

«Jardín yo soy que la belleza adorna:
sabrá mi ser si mi hermosura miras.
Por Mohamed, mi rey, a par me pongo
de lo más noble que será y ha sido.
Obra sublime, la fortuna quiere que a todo momento sobrepase.
¡Cuánto recreo aquí para los ojos!
Sus anhelos el noble aquí renueva.
Las Pléyades les sirven de amuleto;
la brisa la defiende con su magia.
Sin par luce una cúpula brillante,
de hermosuras patente y escondidas.
Rendido de Géminis la mano;
viene con ella a conversar la Luna.
Incrustarse los astros allí quieren,
sin más girar en la celeste rueda,
y en ambos patios aguardar sumisos,
y servirle a porfia como esclavas:
No es maravilla que los astros yerren
y el señalado límite traspasen,
para servir a mi señor dispuestas,
que quien sirve al glorioso gloria alcanza.
El pórtico es tan bello, que el palacio
con la celeste bóveda compite.
Con tan bello tisú lo aderezaste,
que olvido pones del telar del Yemen.
¡Cuántos arcos se elevan en su cima,
sobre las columnas por la luz ornadas,
como esferas celestes que voltean
sobre el pilar luciente de la aurora!
Las columnas en todo son tan bellas,
que en lenguas, corredora, anda su fama:
lanza el mármol su clara luz, que invade
la negra esquina que tiznó la sombra;
irisan sus reflejos, y dirías
son, a pesar de su tamaño, perlas.
Jamás vimos jardín más floreciente,
de cosecha más dulce y más aroma.
Por permiso del juez de la hermosura
paga, doble, el impuesto en alcázar más excelso,
de contornos más claros y espaciosos.
Jamás dos monedas,
pues si, al alba, del céfiro en las manos
deja dracmas de luz, que bastarían,
tira luego en lo espeso, entre los troncos,
dobles de oro de sol, que lo engalanan.
(Le enlaza el parentesco a la victoria:
Sólo el Rey este linaje cede.)»

>> Fin de la cita

URL en la que figuran estos poemas citados: http://www.alhambra.org/esp/index.asp?secc=/alhambra/alhambra_poemas

MI ABUELO

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Estas líneas prácticamente reproducen las que mi tía Eva dirigió en julio de 2010 a quienes estaban preparando una recopilación histórica sobre los represaliados de Trebujena como consecuencia de la Guerra Civil de 1936. Quiero con ello rendir un pequeño homenaje a personas como mi abuelo, Antonio del Águila Marín.

Mi abuelo nació en Trebujena (Cádiz) el 6 de abril de 1914. El Alzamiento de 1936 le sorprendió prestando el servicio militar en el Regimiento Lepanto nº 2 en Granada. Pocos días antes unas octavillas con propaganda anarquista habían aparecido en el acuartelamiento y, como se sabía que era cenetista, se le consideró responsable y el 26 de julio fue arrestado. De los más de 70 que estuvieron arrestados se fusiló a unos 60 en los días siguientes. Antes de que pasara un mes fue internado en los calabozos del acuartelamiento donde estaría 45 días hasta que se le envío desarmado al frente en la zona de Pinos Puente (Granada) junto a otros militares sospechosos de ser desafectos a la sublevación. En este lugar consiguió entablar relación con vecinos del pueblo y estos le indicaron cómo podría atravesar las líneas.

Una vez que tuvo la certeza de cómo pasar a la zona republicana se lo comentó a sus compañeros pero de unos 50 sólo 5 decidieron acompañarle. Así, el 4 de diciembre de 1936 -día de Santa Bárbara, patrona de Artillería- se apoderan de seis mosquetones, 150 cartuchos cada uno, un fusil ametrallador "de petaca" y dos docenas de bombas de mano. El 7 de diciembre, después de haber vagado por los campos, toparon con elementos de la caballería republicana en la zona de Martos. Recuerdo, siendo yo muy niño, un encuentro al que asistí entre mi abuelo y un compañero de aquella aventura llamado Mariano. A pesar de los años viene a mi memoria el afecto y emoción con que se hablaron. Y que en una conversación con mi abuelo varios años más tarde me rememoró la preocupación que tuvieron al ver los jinetes y pensar que podía tratarse de la caballería mora al servicio de Franco.

Durante la guerra mi abuelo fue ascendido a cabo y, en 1938, a sargento aunque ejerció de teniente. Cuando la República se desmoronó él estaba en la zona de Toledo. Intentando alcanzar Valencia para huir por mar fue apresado en Moriscote (Albacete) donde le dieron una brutal paliza de la que sobrevivió sólo gracias a su juventud y fortaleza física. Un capitán médico al que golpearon y encerraron junto a él murió consecuencia de los golpes. Fue trasladado a Albacete donde permaneció 14 días en una enfermería y posteriormente conducido a Granada donde se le juzgó por deserción y condenó a muerte. La pena de muerte se conmutó por la de treinta años y un día de prisión.

Trasladado al penal de Astorga (León) estuvo ocho meses durante los que perdió 26 kg debido al hambre, las malas condiciones de internamiento, las humillaciones y el maltrato. De Astorga le llevaron al penal del Puerto de Santa María (Cádiz) empleando 24 días en el desplazamiento. Gracias a la mayor cercanía a Trebujena pueden visitarle sus padres. Pero cuando le ven no son capaces de reconocerle debido al mal estado en que se encuentra. Afortunadamente, en este penal el trato no es tan cruel y se le destina al almacén donde comienza a redimir pena con el trabajo. Fue puesto en libertad condicional en diciembre de 1942 y fijó su residencia en Trebujena donde poco después se casó con Paca, mi abuela. De esta unión nacieron sus hijas, África (mi madre) y Eva (mi tía).

En un principio mi abuelo debía presentarse todas las noches en el cuartel de la Guardia Civil donde estaba expuesto a los castigos y humillaciones que quisieran causarle. Me comentó que los malos tratos dependían del estado de ánimo de los guardias civiles o de las denuncias que hubieran podido hacerse por cualquier cosa con la que él nada tuviese que ver. Aunque esta situación fue suavizándose con el tiempo al dejar de obligársele a acudir todas las noches al cuartel, él seguía teniendo que pedir salvoconducto cada vez que necesitaba salir del pueblo, continuaba expuesto a las extralimitaciones de los miembros de la Guardia Civil y vivía bajo un régimen que le trataba como ciudadano sin derechos. Además tenía que convivir con aquellos que se pavoneaban de haber matado a su hermano José y a varios de sus amigos y de haber cometido innumerables crímenes y fechorías. Y también sufría por saber que a su hermano Rafael, con dieciocho años, le fusilaron cuando intentaba pasar al bando republicano al igual que él había hecho. En esa España de posguerra, miseria y represión se le hacía imposible vivir a un hombre como él, joven, vital y amante de la libertad. Así que decidió escapar de la cárcel que era España.

Un amigo le proporcionó documentación falsa y gracias a ella se marchó en enero de 1953 a Tánger (Marruecos). Esta era una ciudad que aun mantenía el estatuto de zona internacional y en la que las autoridades franquistas no podían ejercer su poder de la misma forma que en territorio nacional. Una vez en ella, a pesar de los múltiples obstáculos, pudo empezar una vida dura y difícil pero en libertad. Después de haber tenido muchos trabajos y superar penalidades abrió una zapatería en la Mensalah (o “barrio moruno” como decían los españoles) y trabajó en la rotativa del Diario España. A la familia le consta que siempre fue apreciado por todos y que nunca decayeron sus inquietudes políticas y sindicales.

El precario equilibrio material que había alcanzado la familia se perdió cuando Tánger fue integrado en el reino de Marruecos y los extranjeros comenzaron a ser expulsados. No podía volver a España, donde temía ser detenido y encarcelado, y no podía emigrar porque el Gobierno español no le habría concedido pasaporte. Pero, dispuesto a salir adelante y tras malvender las escasas posesiones que tenía la familia, en julio de 1962 se hizo con un pasaje como turista en un barco con destino a Marsella (Francia).

Una vez llegó a Francia se trasladó a Troyes, una ciudad del noreste donde trabajaban en la construcción Dalmacio y Custodio, sus dos hermanos menores, y encontró trabajo como peón de albañil. Mientras tanto, su mujer y sus hijas habían vuelto a Trebujena donde contaron con el apoyo de la familia en espera de que las cosas se arreglaran. Al cabo de 6 meses pudieron ir a Francia y comenzar una nueva vida de desarraigados. Pasó el tiempo y murieron su madre y su padre, y crecieron sus hermanos y sobrinos, y se hicieron mayores sus amigos. A ninguno de ellos había podido verles desde la huida a Tánger hasta que, en agosto de 1967 y tras un indulto concedido por el Gobierno de Franco, visitó Trebujena. Le esperaban familia y amigos, para quienes era un héroe. Su padre había muerto sólo un mes y medio antes. De entre aquellos amigos se ha oído años después en mi casa los nombres de “Manolo Martin” y “don Antonio”, de apellidos Mesa Jarén. Vuelto a Francia siguió tirando para adelante esperando que Franco muriese antes que él. Mi madre, África, se casó con mi padre José, un granadino emigrado a Francia en busca de mejor fortuna hijo de una familia de derechas. Yo, su primer nieto, nací en 1969. Y en 1971 mis padres se trasladaron a Granada, la misma localidad en que la guerra sorprendió a mi abuelo. En 1976 sufrió un infarto que lo tuvo ingresado casi tres meses en una UVI de Paris. Recuerdo que ese verano fuimos allí mis padres, mi hermano José David, nacido en 1972 en Granada, y yo. ¡Qué moderna, ordenada y respetuosa me pareció esa ciudad de provincias frente a nuestra rancia España de aquella época!

Una vez repuesto decidió que la vida que le quedase deseaba vivirla en España. Y en mayo de 1977 mis abuelos y mi tía Eva se mudaron a Granada. ¡Otra vez Granada! Recuerdo a mi abuelo en Granada como un hombre noble y honrado, agotado y cansado por una vida llena de penalidades, aunque sin odio. Mientras vivió con mis padres en la calle Molinos acudía al cercano local de la CNT-FAI. Y, por extrañas ironías de la vida, este local se encontraba frente al colegio, entonces llamado de la División Azul, que tras la guerra fue uno de los centros en que él estuvo preso. En 1979 mi tía Eva tuvo a su hija Alicia (10 años más tarde tendría a Daniel). Mi abuela murió en 1980 sin que ambos hubieran podido disfrutar juntos de tantas cosas que nunca pudieron tener. ¡Cuánto me hubiese gustado verles vivir más! Para mi abuelo fue una gran satisfacción vernos crecer a sus nietos; establecerse la democracia en España; la victoria del PSOE en octubre de 1982; y que se reconociera su esfuerzo, y el de los militares republicanos, por medio de la Ley 37/1984, de 22 de octubre, de reconocimiento de derechos y servicios prestados a quienes durante la guerra civil formaron parte de las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Orden Público y Cuerpo de Carabineros de la República.

La salud de mi abuelo estaba quebrada y fue intervenido de cáncer de pulmón en 1985. Falleció el 1 de mayo de 1987, una fecha tan emotiva para él mientras yo me encontraba de guardia al prestar mi servicio militar. De esta manera, con una innegable carga simbólica, se cerraba en Granada un ciclo comenzado casi 51 años antes cuando él, que había venido a prestar su servicio militar en esta ciudad, se encontró con una guerra.

Un día le vi afectado. No quiso decirme qué le pasaba, pero pregunté y me respondió que se sentía mal porque se había encontrado por la calle con alguien que le había torturado. No quiso dar más detalles. Durante el verano de 1985 acudí a menudo a verle a casa de mi tía, donde él vivía entonces. Le preguntaba y me contaba cosas de su juventud y la guerra. Nunca le oí hablar con odio ni tener una mala palabra hacia quienes tanto daño le habían causado. Su expresión y comportamiento eran los de un hombre santo que había tenido una vida áspera sin perder sus ilusiones ni su bondad.

Gonzalo Antonio Gil del Águila
23/12/10

“EL CRIMEN FUE EN GRANADA: A FEDERICO GARCÍA LORCA”

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(título de un poema de Antonio Machado)


En Abril de 2.006 se presentó en Fuentevaqueros, y en el contexto de la inauguración que tuvo lugar en su casa natal de la exposición “Federico García Lorca 1.936: Documentos para la Memoria”, la obra de Ian Gibson “Antonio Machado, ligero de equipaje”. En la presentación del libro Gibson dijo que "Federico García Lorca, sin Antonio Machado, no sería el artista que hoy conocemos" y recordó que "el primer encuentro entre Machado y Lorca tuvo lugar en Baeza, cuando Federico era pianista y no había dado aún el salto hacia la poesía". Gibson opina que el encuentro entre ambos poetas fue importante para que Federico se dedicara a la poesía y relata que Machado no pudo asistir al estreno de “Bodas de Sangre” aunque sí lo hizo a su cuarto día de representación saliendo de la misma tan conmovido que remitió una carta invitándole a seguir escribiendo de esa manera. Al parecer, esa demostración de afecto era algo inaudito en Machado al que define como “un hombre tímido, retraído, que no tenía mucha relación con los poetas de la generación de Lorca, y que sin embargo le escribió esa carta”. Señala Gibson que Machado tuvo una difícil vida amorosa y que por esa época estaba enamorado de Pilar de Valderrama, siendo aquella una relación imposible y trágica, por lo que la visión de Bodas de Sangre le permitiría sentirse identificado con la obra. Recuerda Gibson que Machado se sintió traumatizado cuando a los 4 años abandonó Sevilla y una “compañera” cuyo nombre no ha trascendido, trauma que revivió al morir su joven esposa Leonor. En el libro citado, Gibson escribe que Pilar de Valderrama, a la que Machado llama “Guiomar” en sus poemas de amor, “es una mujer con muchos problemas, aterrada por el cuerpo y el sexo, ultracatólica, casada con un donjuán, que busca la gran ternura que aprecia en la poesía de Machado. Es una mujer confusa, que sufre, que no es demasiado valiente y que no tiene la culpa de ser Pilar de Valderrama". Ella, nacida en Madrid en 1.892, falleció en 1.979 y su propia obra poética ha quedado eclipsada por las amorosas “Canciones de Guiomar” que Machado le dedicara. Una vez muerto Machado se encontró en su bolsillo una última frase: “estos días azules y este sol de la infancia”, posibles recuerdos de quien quizás se sintiera reflejado en el olmo del Duero “viejo”, “hendido por el rayo / y en su mitad podrido”, árbol que “no será, cual los álamos cantores / que guardan el camino y la ribera, / habitado de pardos ruiseñores” a pesar de lo cual su corazón esperaba “también hacia la luz y hacia la vida, / otro milagro de la primavera”, a modo de comienzo de una nueva vida.

Antonio Machado, cuyo nombre completo es Antonio Cipriano José María y Francisco de Santa Ana Machado Ruiz, nacido en Sevilla en 1.875 y muerto en el exilio en la localidad de Collioure, Francia, el 22 de Febrero de 1.939, poeta español y tardío miembro de la Generación del 98 cuyas primeros pasos se iniciaron en la senda del Modernismo, escribió el poema titulado “El crimen fue en Granada: a Federico García Lorca”. Machado, hablando de su amigo, nos dice que “se le vio, caminando entre fusiles, / por una calle larga, / salir al campo frío, / aún con estrellas, de la madrugada. / Mataron a Federico / cuando la luz asomaba. / El pelotón de verdugos / no osó mirarle la cara. / Todos cerraron los ojos; / rezaron: ¡ni Dios te salva! / Muerto cayó Federico. / -sangre en la frente y plomo en las entrañas-”. Así se evoca la muerte del poeta fusilado en la madrugada del 19 de Agosto de 1.936, cuyo cadáver y el de otros tres ejecutados junto a él yacen en una fosa común: los banderilleros cenetistas Joaquín Arcollas Cabezas y Francisco Galadí Melgar y el maestro de escuela del pueblo de Pulianas Dióscoro Galindo González. En el lugar en que se considera que fueron enterrados se quiso, no hace mucho, construir un campo de fútbol y no muy lejos hay un restaurante llamado la Ruta de Lorca en el que se sirven platos a los que se dan nombres tales como lorquianitos, brocheta lorquiana o la ensalada Doña Rosita.

A Federico la sublevación le sorprende recién regresado a Granada y alojado en la Huerta de San Vicente alrededor de la cual en la actualidad existe el “Parque Federico García Lorca”. A los pocos días del Alzamiento y de improviso un grupo de sublevados acude a la huerta buscando a un hermano de Gabriel, el casero. Al no encontrarle agreden a Gabriel y maltratan e insultan a Federico. Tras el altercado este decide pedir la ayuda de Luis Rosales, miembro de una destacada familia falangista de Granada, poeta y docente universitario. Acogido en la céntrica casa familiar de los Rosales, en calle Angulo, vive oculto hasta el 16 de Agosto, día en que es detenido y coincide el fusilamiento de su cuñado Manuel, que había sido alcalde de Granada. Las circunstancias y motivos de la detención y muerte del poeta son objeto de una controversia no resuelta todavía pero es evidente que causó sorpresa encontrar a Federico escondido en la casa de la familia Rosales. Parece que Federico estuvo detenido hasta el 18 de Agosto de 1.936 porque Angelina Cordobilla, la niñera de los sobrinos de Federico, le llevó ese día y el anterior a su lugar de detención la comida y el tabaco que el 19 no les pudo entregar porque se le respondió que el poeta ya no estaba. Igualmente parece que alrededor de las dos de la madrugada de ese día 19 el cura de Víznar, que se encontraba dispuesto para asistir en confesión a los que iban a ser fusilados, se retiró al comunicársele que esa noche no habría más ejecuciones. No obstante, sobre las cuatro de la madrugada se mató a Federico y a las tres personas más ya citadas. Luis Rosales (1.910-1.992), poeta y ensayista español perteneciente a la denominada Generación del 36 y de la que en cierto modo fue su cabeza visible, ha sido objeto de los ataques de quienes sospechan su participación en la muerte de Federico. En contra de esas suposiciones se argumenta que, en su afán por ayudarle tras la detención, Luis estuvo a punto de perder su propia vida siendo salvado gracias a la intervención del falangista Narciso Perales que intercedió a su favor y pagó una importante multa.

La idea central del poema “El crimen fue en Granada”, la muerte de Federico, no escapa a la poética recreación de quien no podía saber si los ejecutores cerraron los ojos o rezaron, cosa que no se supo entonces ni se sabe ahora, insistiendo “que fue en Granada el crimen / sabed -¡pobre Granada!-, en su Granada”; recreación que representa al poeta esperando la inminente muerte con un diálogo simbólico en medio del que “se le vio caminar solo con Ella, / sin miedo a su guadaña. / Ya el sol en torre y torre; los martillos / en yunque - yunque y yunque de las fraguas”. Ese yunque repetido tres veces, onomatopeya del continuo golpear del martillo sobre él, representa la capacidad humana para hacer cosas pequeñas que permitan cambiar al mundo. Y en el poema “hablaba Federico, / requebrando a la muerte”. Y Ella, la muerte, escuchaba a quien iba a morir decirle: “porque ayer en mi verso, compañera, / sonaba el golpe de tus secas palmas”, probablemente ese golpe que al igual que sucede con el yunque y el martillo moldea la obra final, prosiguiendo el discurso puesto en boca de Federico: “y diste el hielo a mi cantar, y el filo / a mi tragedia de tu hoz de plata, / te cantaré la carne que no tienes, / los ojos que te faltan, / tus cabellos que el viento sacudía, / los rojos labios donde te besaban… / Hoy como ayer, gitana, muerte mía, / qué bien contigo a solas, / por estos aires de Granada, ¡mi Granada!”.

¿Qué quiere decir Machado con lo de requebrar la muerte? ¿Significaba volver a quebrar en piezas más menudas lo que estaba ya quebrado? Parece que no es el significado buscado. ¿Acaso lo sea lisonjear a una mujer alabando sus atractivos? Ya se ha referido antes en el poema a la muerte como una figura femenina caminando junto al poeta fusilado. Si consideramos que Machado y Lorca podían tener una espiritualidad profunda y libre (y no olvidemos que fueron masones o personas cercanas a la masonería), este poema, con sus símbolos como estrellas, torres, largo camino, martillo, fraguas y otros más, se nos puede presentar como una obra dedicada a un amigo y a alguien que puede sentir esa espiritualidad, alcanzándose con esta visión una clave para hacer una lectura no habitual.

El Machado que escribió sobre la "España de charanga y pandereta" lo hizo también sobre "la España del cincel y de la maza" y elogió a Francisco Giner de los Ríos, reputado masón, diciéndole: "Y hacia otra luz más pura / partió el hermano de la luz del alba, / del sol de los talleres, / el viejo alegre de la vida santa". De José Ortega y Gasset, igualmente cercano a la masonería o masón, dice: "A ti laurel y yedra, / corónente, dilecto / de Sofía, arquitecto. / Cincel, martillo, piedra / y masones te sirvan". En plena Guerra Civil, el 1 de Mayo de 1.937 y en medio de un discurso dirigido a las Juventudes Socialistas Unificadas, Machado afirma: "Yo no soy marxista, no lo he sido nunca" y existen indicios para pensar que o bien ingresó en la Logia Mantuana de Madrid o se mantuvo muy cerca de ella. Muestra de la vinculación masónica de Machado es el poema titulado “Al maestro que se va”: “Como se fue el maestro / la luz de esta mañana / me dijo: van tres días / que mi hermano ....no trabaja. / ¿Murió?... Sólo sabemos / que se nos fue por una senda clara, / diciéndonos: Hacedme / un duelo de labores y esperanzas. / Sed buenos y nada más, sed lo que he sido / entre vosotros: alma. / Vivid, la vida sigue, / los muertos mueren y las sombras pasan, / llevan quien deja y viva el que ha vivido. / ¡Yunques, sonad! ¡Enmudeced, campanas! / y hacia otra luz más pura / partió el hermano de la luz del alba, / del sol de los talleres, / El viejo alegre de la vida santa. / ¡oh sí! llevad, amigos, / su cuerpo a la montaña, / a los azules montes / del ancho Guadarrama. / Allí hay barrancos hondos / de pinos verdes donde el viento canta. / su corazón reposa / bajo una encinta casta, / En tierra de tomillos, donde juegan / mariposas doradas... / allí el maestro un día / soñaba un nuevo florecer de España”.

Es cierto que la vinculación masónica de Machado ha sido negada y en parte esta teoría se fundamenta en que el Director General de Servicios Documentales de Salamanca firmó con fecha de 18 de Diciembre de 1.957 un escrito que dice lo siguiente: “Excmo. Señor: / Consecuente a su atento escrito del Negociado Segundo y Antecedentes núm. 15817, de fecha 11 del actual, relativo a ANTONIO MACHADO RUIZ, tengo el honor de participar a V. E. que, hasta la fecha, no han aparecido antecedentes masónicos del citado individuo. / Dios guarde a V. E. muchos años.". Quienes niegan la tesis masónica de Machado igualmente pueden acudir a que este nunca fue depurado a pesar de que se le incoó un expediente al amparo de la Ley de Responsabilidades Políticas y que la Comisión Superior Dictaminadora de Expedientes de Depuración informó por medio de escrito de fecha 7 de Julio de 1.941 favorablemente sobre la propuesta de separación definitiva del servicio y baja en el escalafón de Catedráticos de Institutos de Enseñanza Media de quien había fallecido en 1.939. Y a pesar de que a finales de 1.981 el Ministerio de Educación y Ciencia publica una Orden "por la que se rehabilita a D. Antonio Machado Ruiz como Catedrático de Instituto" nunca antes había sido inhabilitado.

Ahondando en la filiación masónica de Antonio Machado debemos recordar que su abuelo, Antonio Machado Núñez, quien fuera rector de la Universidad de Sevilla y Gobernador Civil con la I República, perteneció a la sociedad masónica Unión Ibérica. Y más aun Antonio Machado Álvarez, padre de nuestro escritor, conocido flamencólogo bajo el apelativo de Demófilo, que en griego significa amigo del pueblo y a quien nuestro poeta Machado llama luz de Sevilla, también fue masón. Todo esto permite pensar que Machado, quizás como lovetón o hijo de masón presentado por el padre ante la Logia, hubiera vivido y conocido desde temprana edad esa hermandad.

Antonio, que ideológicamente diverge de su hermano mayor que él un año, Manuel, nos deja un claro ejemplo de su religiosidad cuando a la saeta popular (“¿Quién me presta una escalera, / para subir al madero, / para quitarle los clavos / a Jesús el Nazareno?”) contrapone en la suya: “Oh, no eres tú mi cantar! / ¡No puedo cantar ni quiero / a ese Jesús del madero, / sino al que anduvo en el mar!”. De esta manera Antonio rechaza lo esencial del Catolicismo convencional, esto es, la idea del Sacrificio de la Cruz así como la religiosidad popular. Y recordemos ahora los versos leídos respecto a la muerte del maestro: “¡Yunques, sonad! ¡Enmudeced, campanas!”. Se trata de los yunques del taller frente a las campanas de las iglesias.

De Federico no consta una vinculación tan evidente pero sí que bajo el nombre simbólico de Homero se pudo unir a la Masonería; que estuvo muy vinculado con el masón Francisco Giner de los Ríos (1.839 - 1.915), discípulo de Julián Sanz del Río y fundador y Director de la Institución Libre de Enseñanza; que tras la guerra se incoó contra Federico un expediente de depuración como masón y que en su obra aparecen símbolos que se pueden considerar masónicos como la acacia, el yunque y los metales. Así, al comienzo de la Escena IV de Mariana Pineda en voz baja esta dice: “Y me quedo sola mientras / que bajo la acacia en flor / del jardín mi muerte acecha”; en el poema Acacia leemos: “¿Quién segó el tallo / de la luna? / (Nos dejó raíces de agua.) / ¡Qué fácil nos sería cortar / las flores de la eterna acacia!”; en La Veleta yacente: "Lírica flor de torre / y luna de los vientos, / abandona el estambre de la cruz / y dispersa sus pétalos, / para caer sobre las losas frías / comida por la oruga / de los ecos. / Yaces bajo una acacia. / ¡Memento! / No podías latir / porque eras de hierro..." Y memento, en cuanto expresión, implica recordar pero también es cada una de las dos partes del canon de la misa en que se hace conmemoración de los fieles vivos y de los difuntos. La Acacia, palabra que procede del griego Akakia por lo que puede significar también inocencia y pureza, representa tradicionalmente la elegancia y la amistad. Si es blanca o rosada se asocia además a la constancia y si es amarilla al amor secreto. Pero en la masonería la acacia es un símbolo de la resurrección e inmortalidad del alma y Federico la asocia en su obra a la idea de la muerte. Esta vinculación podría no ser fruto de la casualidad porque se ofrece de manera metódica y constante una significación ajena a la sensibilidad popular que manifiesta en sus creaciones.

Y volviendo a la fragua y yunque que aparecen en los versos dedicados por Machado a la muerte de Federico ¿serán los mismos que se citan en el “Romance de la luna" de este último? En este se ha querido ver la muerte personificada por la Luna presentada como una mujer de aspecto macabro con “sus senos de duro estaño” pero contradictoriamente “lúbrica y pura” y se lee que "la luna vino a la fragua", fragua en la cual "el niño la está mirando" y le dice "huye luna, luna, luna. / Si vinieran los gitanos, / harían con tu corazón / collares y anillos blancos"; a lo que ella responde: "Niño déjame que baile. / Cuando vengan los gitanos, / te encontrarán sobre el yunque / con los ojillos cerrados". Al final "por el cielo va la luna / con el niño de la mano" mientras que "dentro de la fragua lloran, / dando gritos, los gitanos. / El aire la vela, vela. / el aire la está velando". ¿Lloran los gitanos la muerte del niño o es acaso un símbolo de que el trabajo en la fragua ha sido terminado? “La vela, vela”. Y vela es tanto una peregrinación, especialmente a un santuario, como la acción de velar, la cual puede significar tantas cosas como hacer centinela o guardia por la noche, asistir de noche a un enfermo, pasar la noche al cuidado de un difunto, observar atentamente algo, estar sin dormir el tiempo destinado de ordinario para el sueño, continuar trabajando después de la jornada ordinaria, cuidar solícitamente de algo o asistir por horas o turnos delante del Santísimo Sacramento. Y, en cuanto a significados, fragua, procedente del latín fabrĭca, significa tanto el fogón en que se caldean los metales para forjarlos como el taller donde está instalado este fogón, lo que nos pone en relación con la alquímica transmutación de los metales que al fin y al cabo no es más que una tarea de perfeccionamiento interior. La Luna, relacionada con lo anímico e inconsciente, es asociada por los alquimistas a la plata... El rito de iniciación en la masonería, que es una muerte simbólica, se asocia al aire, y el aire es símbolo del misterio, de lo oculto y secreto asociado a los ángeles, las alas, aves y el vuelo representando al mundo intermedio entre la Tierra, en la que estaba la fragua, y el Cielo, al que vuelve la Luna del poema. ¿Podría reflejar el poema, oculto tras símbolos populares, la iniciación de un neófito al mundo de los misterios? ¿No puede verse en la figura de los gitanos el símbolo del trabajo con los metales? A lo largo de la obra de Federico, y asociados a la muerte, los metales se caracterizan por su dureza y frialdad y se encuentran ligados a los conflictos y azares de los gitanos y a menudo se transponen la piel cobriza con el bronce y el cobre... La fragua, el agua y el sueño los recoge Machado en “Proverbios y cantares” cuando nos dice entre otras cosas: “todo hombre tiene dos / batallas que pelear. / En sueños lucha con Dios; / y despierto, con el mar”; “soñé a Dios como una fragua / de fuego que ablanda el hierro”; “Yo amo a Jesús que nos dijo: / Cielo y Tierra pasarán. / Cuando Cielo y Tierra pasen, / mi palabra quedará. / ¿Cuál fue, Jesús, tu palabra? / ¿Amor? ¿Perdón? ¿Caridad? / Todas tus palabras fueron / una palabra: Velad / Como no sabéis la hora / en que os han de despertar, / os despertarán dormidos / si no veláis; despertad”. Y este velar, ¿no será como el que acabamos de ver en Lorca para la Luna? Machado prosigue en “Proverbios y cantares”: “Morir... ¿Caer como gota / de mar en el mar inmenso?”.

En “El crimen fue en Granada” a Federico “se le vio caminar” y Machado pide “Labrad, amigos, / de piedra y sueño, en el Alhambra, / un túmulo al poeta, / sobre una fuente donde llore el agua, / y eternamente diga: / el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!”; y el romance popular dice: “Entre Víznar y Alfacar / mataron a un ruiseñor / porque quería cantar”.

Federico muere y siguiendo el discurso machadiano algo queda detrás suya porque “todo pasa y todo queda, / pero lo nuestro es pasar, / pasar haciendo caminos, / caminos sobre el mar”, ese mar que siendo agua está en íntima unión con la que bulle de las fuentes de la Granada antigua como representación del cauce de vida que quizás acoja el alma del poeta que caminando hacia la muerte deja sus estelas en el mar de la noche que vivió.

Después de todo, el llanto y las fuentes de Granada quizás sean los ríos de Manrique cuando nos recuerda que “nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar que es el morir”, pero el llanto y las fuentes de Machado también aparecen en otro poema suyo titulado “Anoche cuando dormía” en el que encontró dentro de su corazón un fontana cuya agua procedía de la “acequia escondida” que es el "manantial de nueva vida / de donde nunca bebí?”, al tiempo “que un ardiente sol lucía / dentro de mi corazón. / Era ardiente porque daba / calores de rojo hogar, / y era sol porque alumbraba / y porque hacía llorar”. Y todo esto era debido a que “anoche cuando dormía / soñé, ¡bendita ilusión!, / que era Dios lo que tenía / dentro de mi corazón”. El agua y Dios, en el corazón, para quien habla de hacer caminos en el mar, el lugar al que llegan todos los ríos… Machado dice de Dios en “Parábolas” que “no es el mar, está en el mar”, que es “como luna en el agua, o aparece / como una blanca vela” y nos explica que “yo he de hacerte, mi Dios, cual tú me hiciste, / y para darte el alma que me diste / en mí te he de crear. Que el puro río / de caridad que fluye eternamente, / fluya en mi corazón. ¡Seca, Dios mío, / de una fe sin amor la turbia fuente!”.

Cuando Machado pide refiriéndose a Federico: “Labrad, amigos, / de piedra y sueño, en el Alhambra, / un túmulo al poeta, / sobre una fuente donde llore el agua, / y eternamente diga: / el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!”, ¿a qué amigos y a qué fuente se refiere? Quizás sean sólo un recurso estilístico sin mayor conexión con los símbolos presentes en otros textos pero podría ser interesante investigar las posibles conexiones espirituales e intelectuales que unían a parte de las minorías cultas de aquella época.

Gonzalo Antonio Gil del Águila

Granada, 19 de Abril de 2008.



Texto completo de EL CRIMEN FUE EN GRANADA: A FEDERICO GARCÍA LORCA de ANTONIO MACHADO

1. El crimen

Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.

2. El poeta y la muerte

Se le vio caminar solo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
—Ya el sol en torre y torre, los martillos
en yunque— yunque y yunque de las fraguas.
Hablaba Federico,
requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
«Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el golpe de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo
a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban...
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!»

3.

Se le vio caminar...
Labrad, amigos,
de piedra y sueño en el Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!

LA PLATAFORMA DE VICO

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Ambrosio de Vico fue un arquitecto granadino que nació a mediados del siglo XVI y murió en 1623. Intervino en la construcción de la catedral de Granada y varias iglesias como la de Santa María de la Alhambra o Santa María de Almuñécar. Hoy día es célebre entre nosotros por la denominada "Plataforma de Granada" o "Plataforma de Vico", un documento gráfico encargado por el arzobispo Pedro Vaca de Castro y Quiñones que Ambrosio dibujó hace 1595. Se trata de un plano que ha llegado a nosotros gracias al grabado que en 1613 hizo Francisco Heylan en dos planchas de cobre conservadas en la abadía del Sacromonte. Este documento es la primera representación gráfica detallada que conocemos de la ciudad empleando una técnica que supuso un considerable adelanto y gran valor práctico. La Plataforma se utilizó hasta bien entrado el siglo XVIII. Su valor estético es aun hoy digno de admiración y se ha convertido en uno de los iconos de la ciudad.

La representación que se adjunta es un grabado de Félix Prieto hecho hacia 1795.

Gonzalo Antonio Gil del Águila
22/12/10

LAS JONS Y FALANGE EN GRANADA HASTA EL ALZAMIENTO DE 1936

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En 1933 se crea en Granada la delegación provincial de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS), la organización constituida dos años antes por Ramiro Ledesma Ramos y Onésimo Redondo Ortega. Al frente de la delegación estuvo José Gutiérrez Ortega. Los jonsistas, entre los que abundaban estudiantes, protagonizaron diversos incidentes con los fueístas -integrantes de la Federación Universitaria Escolar (FUE)- y otros simpatizantes de izquierdas. Destaca el incidente del 6 de mayo de 1933 consecuencia del cual fueron detenidos y luego puestos en libertad tres estudiantes jonsistas.  

El 29 de octubre de 1933 José Antonio Primo de Ribera pronunció en el Teatro de la Comedia de Madrid un discurso con el que dio a conocer un nuevo partido político: Falange Española (FE). Su jefe provincial en Granada fue Antonio Robles Jiménez.

En febrero de 1934 Falange Española y las JONS se fusionaron. José Gutiérrez Ortega no era partidario de ello. La nueva organización, llamada Falange Española de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (FE de las JONS), superaba en España los 6.000 afiliados y en Granada contabla con unas decenas. El nuevo partido, al que vendría a llamarse sólo "Falange", tendría como jefes en Granada al diunvirato compuesto por José Gutiérrez Ortega (primer jefe de las JONS) y a Antonio Robles Jiménez (primer jefe de FE). Más tarde, el cargo de jefe provincial sería asumido por el abogado Santiago Cardell Pujalte y, desde principios de 1936, por José Rosales Camacho, hermano del conocido poeta Luis Rosales.

En 1935 nació en Granada el semanario Patria con la intención de difundir el ideario de Falange (FE de las JONS) y el partido inauguró su sde del número 3 de la Cuesta del Progreso. El 2 de abril tuvo lugar un enfrentamiento entre falangistas que vendían ejemplares de Patria en el Paseo de los Tristes y simpatizantes de izquierda con disparos en que fue herido un viandante que nada tenía que ver con el asunto. El 24 de abril fueron detenidos 4 falangistas por su participación en los hechos y el 24 de julio tuvo lugar la vista oral de la causa penal contra dos de ellos: José Pulido Luján y Luis Ruiz Casas. Fueron defendidos por Santiago Cardell Pujalte y resultaron absueltos por falta de pruebas.

Los incidentes y enfrentamientos entre simpatizantes de derechas e izquierdas se suceden mientras "Falange" sigue siendo una fuerza política marginal que en las elecciones de febrero de 1936 obtiene sólo unos 45.000 votos en toda España. Pero el triunfo del Frente Popular en esas elecciones y la radicalización de la vida política hacen que numerosos jóvenes de derecha partidarios de la acción violenta y descontentos con la derecha parlamentaria a la que consideran demasiado blanda se unan a Falange, que experimenta un extraordinario crecimiento.

La dinámica del conflicto se agudiza y el día 9 de marzo son detenidos en Granada más de veinte miembros de "Falange" aunque posteriormente son dejados en libertad, el día 10 es incendiado el local de la cuesta del Progreso y el día 11 queman la casa de un falangista.

El 12 de marzo miembros de "Falange" atentaron en Madrid contra Luis Jiménez de Asúa, diputado del PSOE y uno de los “padres” de la Constitución de 1931, causando la muerte de su escolta. El 13 de marzo es enterrado el escolta, que era policía,  y el acto acabó en incidentes con el incendio de dos iglesias y de las oficinas del diario derechista La Nación. El 14 de marzo el Gobierno de Azaña suspendió "Falange", detuvo a José Antonio Primo de Rivera y otros dirigentes del partido y clausuró Arriba, el periódico del partido.

El 15 de marzo, en Granada, se detiene a tres falangistas en la antigua Gabia la Grande y por esos días se concentra la actividad de los dirigentes falangistas en la casa que la familia Rosales tiene en la calle Angulo, la misma en que se esconderá al poeta Federico García Lorca pocos meses después.

Varios falangistas granadinos -Cecilio Cirre, Santiago Cardell Pujalte, Díaz Plá, José Rosales Camacho – hermano del poeta- y José Sánchez- se desplazan en abril a Madrid para entrevistarse con José Antonio, preso en la Cárcel Modelo. La prohibición de visitas es salvada gracias a que Díaz Plá invoca su condición de abogado para hablar con el detenido haciendo pasar a José Rosales por un colaborador suyo. Una vez reunidos, José Antonio les da instrucciones para ir a su casa, en la que está alojado Andrés de la Cuerda. Reunidos con este se acuerda enviar a Granada a José Luis de Arrese  con la intención de ayudar a reorganizar el partido e informar de los preparativos del Alzamiento. Arrese (quien en 1955 llegaría a ser secretario general del Movimiento) usará la cobertura que le da su profesión de arquitecto para desplazarse sin levantar sospechas e intervenir en varias reuniones en el domicilio que Ramón Fernández Alonso tenía en la calle San Antón. En este contexto, y siendo la preparación del Alzamiento un secreto a voces, se constituye una junta provincial con los siguientes integrantes: Antonio Robles, jefe provincial; Díaz Plá, jefe local; Alguacil, secretario local; comandante Pedro Segura, jefe provincial de milicias; comandante José Valdés Guzmán, jefe local de milicias; José Rosales, jefe del sector A; Cecilio Cirre, jefe de sector B; y Enrique Iturrriaga, jefe de sector C. La junta de la Sección Femenina se compondrá por Pilar Moliné, Laura y Maruja Ramírez-Antras, Conchita Puga e Isabel Casas Sueiro.

El 9 de mayo, mientras asisten a la celebración posterior a un bautizo, doce falangistas y el cura oficiante son detenidos por considerarse las autoirdades republuicanas que hay una reunión encubierta de Falange.

Como parte de los preparativos del Alzamiento acudirán a Granada Narciso Perales Herrero, Raimundo Fernández-Cuesta (que fue secretario del Movimiento en 1948) y Patricio González de Canales. Cuando el Alzamiento tuvo lugar, Falange estaba organizada y contaba con algo menos de 800 afiliados en toda la provincia, unos 570 de ellos en la ciudad, llegando a formar una bandera de voluntarios al mando del capitán Nestares destinada a Víznar. José Valdés Guzmán, el jefe de milicias de la organización en Granada, asumió el mando del Gobierno Civil de Granada el 20 de julio de 1936.

Gonzalo Antonio Gil del Águila
22/12/10, revisado 1/09/12

TE VEO

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Te veo como el aire de la mañana,
fresca, y dulce como el sueño,
que llega como una manzana
a la tierra de la que nace.

Y quisiera dormir un rato
para soñar antes que despierte
que esta noche no termina
y que la duermo contigo.

Te veo dulce y frágil
como una flor de la mañana
doblada por el rocío.

Pero también fuerte y libre
como las cumbres que brillan
más allá de las nubes.

Gonzalo Antonio Gil del Águila

TUS LABIOS

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Y esperan sin abrirse
bellos y finos tus labios
sin duda aquellos de Grecia
obras seguro de un dios.

La mañana que no llega
sin abrirse la esperan
de una noche de estrellas
que al Olimpo se rinde.

Y la noche que se duerma
bajo los astros pesada
sin abrirse lo esperan
hasta el claro del alba.

El día que aun no llama
la noche que aun no duerme
musitando una nana
sin abrirse lo esperan.

Gonzalo Antonio Gil del Águila

TUS OJOS

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¿Por qué escondes la mirada
si en tu risa yo la veo,
por qué con gafas la tapas
oscuras como la noche?

Quiero tus ojos mirar
y oírlos sonreír ahora,
quiero tu risa tocar
y ver cómo fantasean.

De mi más no los escondas,
que alegres me sonrían
sin sus escudos oscuros
bajo el sol del mediodía

Gonzalo Antonio Gil del Águila

SOBRE EL CONCEPTO DE INICIACIÓN

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Lo esencial del sistema iniciático es similar entre las diversas organizaciones esotéricas y tradicionales así como la división en varios grados. Ejemplos de iniciación los encontramos entre las tribus primitivas con ocasión del fin de un período y el comienzo de otro tal como el paso de la niñez, en la ceremonia judía de Bar Mitzvahy o la Primera Comunión católica. Antiguamente, el neófito que aspiraba a formar parte del culto mitraico, en palabras de Christian Jacq en su obra "La Masonería. Historia e iniciación" estaba “completamente desnudo, tenía los ojos vendados y las manos atadas, como se ve en el mithraeum de Capua. En el momento principal de la ceremonia, el postulante se tiende en el suelo para simbolizar un cadáver; antes, había sido empujado por la espalda pero un adepto le había impedido caer brutalmente al suelo. El neófito ocupa, pues, el lugar del iniciado asesinado por la incomprensión de los hombres; el papel de la comunidad es resucitarle y hacer revivir el espíritu en cada nuevo adepto. Se mostraba, incluso, al postulante, una espada empapada en sangre; era la que se había utilizado en el asesinato del Maestro, la que se utilizaría para castigar al perjuro.”. El profano admitido al culto mitraico se comprometía: “Juro con toda certeza y toda buena fe conservar el secreto de los misterios. Que la fidelidad a mi juramento me sea benéfica pero que la indiscreción me sea maléfica”. En el Cristianismo el sacramento del bautismo y el posterior de la confirmación tienen un valor iniciático al igual que lo tenían en la religión mitraica; en la entrada a los mitreos o templos mitraicos había una pila con agua bendita en la que los fieles mojaban la mano para llevarla a la frente y entrar purificados; entre los seguidores de Mitra se celebraba un ágape en el que se bendecían el pan y el vino o agua, alimentos que posteriormente se repartían entre los asistentes como si fueran, simbólicamente, carne y sangre de Mitra.

La tradición hindú denomina chakras a los vórtices energéticos localizados simbólicamente a lo largo de la columna vertebral que se activan conforme el individuo se desarrolla siendo cada uno de ellos un receptor distinto que permite alcanzar un nuevo estado de conciencia. La disposición a lo largo de la columna vertebral reflejando un eje ascendente indica la idea de ascenso gradual y escalonado desde el fondo telúrico hasta los espacios más elevados en un proceso alquímico de purificación y transmutación de las energías inferiores en superiores porque en el caos están presentes en potencia las virtudes superiores que serán desarrolladas gracias al arte de la transmutación. Esta comienza cuando se recibe la luz de la inteligencia al modo del “fiat lux” ("hágase la luz") que iluminó las tinieblas primigenias y se reproduce en la ceremonia de iniciación emanando la luz del verbo divino que da lugar al orden cósmico impulsada por el "motor inmóvil" aristotélico o Gran Arquitecto masónico. Pero la iniciación no es un fenómeno puntual y momentáneo sino un proceso que a lo sumo se puede provocar. Ello es así porque no se trata de una experiencia sacramental o mágica sino de un proceso de aprendizaje. La iniciación es una forma de esclarecimiento que permite al iniciado acceder a una experiencia de autoconstrucción personal y social expresada bajo el adagio de "lo que tú haces, te hace".
El acrónimo alquímico V.I.T.R.I.O.L. refiere a la expresión latina ”Visita Interiora Terras Rectificatur Invenies Ocultum Lapidum”, que traducida viene a decir "Visita el Interior de la Tierra (es decir, de tí mismo) y Rectificando encontrarás la Piedra Oculta". Piedra oculta que se relaciona con el “lapsit exillis” de que nos habla Von Schenbach (1170-1220) y que quizás pueda traducirse por “piedra de los sabios”(2) relacionada con la milagrosa naturaleza del Grial y que hemos de asociar a las palabras del Tao-te-King "es el vacío del centro lo que hace útil a la rueda" (3). Un centro de la Tierra que vive en el silencio expresado en el Libro de los Salmos "Yo me dije: vigilaré mis caminos para no pecar con mi lengua. He puesto una guardia a mi boca" (Salmo 39:2-3) porque al menos hasta el apogeo del monaquismo cristiano en Occidente el silencio ha sido considerado imprescindible para alcanzar la perfección, prudencia y justicia. Ello es así porque el silencio es un don de los sabios que permite encontrar dentro de nosotros mismos la esencia que previamente hemos ignorado. No otro es el sentido del Zazén o meditación en silencio del Zen, sistema surgido dentro del budismo mahayana debiendo recordarse que en el budismo mahayana se busca no sólo el despertar a la iluminación sino el hacerlo en beneficio de los demás. Tan claro es ello que la raíz griega “mu”, de la cual procede "místico", tiene el significado de mudo o silencioso y que Tao-sheng (360-434) dijo "usad las palabras para explicar pensamientos, pero el silencio cuando los pensamientos se hayan absorbido”.

La iniciación implica un primer paso en el camino de la realización y abandono de la ignorancia e incluso las convicciones dogmáticas a favor de una experiencia directa. Esta idea, desde una perspectiva gnóstica, queda expresada en palabras del hispano musulmán Ibn ‘Arabi (1165-1240), la figura más influyente del misticismo musulmán: "Si un gnóstico lo es realmente no puede permanecer atado a ninguna forma de creencia". Ello se debe a que este conocimiento intuitivo o gnosis (4) se alcanza por la identidad entre el que conoce y lo conocido. Se trata de volver a sumergirse (como en el bautismo) en la naturaleza esencial porque, repitiendo a Ibn Arabi, "no se puede unir lo que por naturaleza siempre ha sido uno”. Este sentido de la experiencia gnóstica, que a menudo se buscó en la antigüedad mitraica, pagana, romana e incluso cristiana inicial, en oscuras cuevas que apuntaban al centro más profundo de la Tierra, implica un camino de comprensión e iluminación interiores bajo la máxima del “nosce te ipsum” (conócete a ti mismo), la inscripción hecha por los siete sabios de Grecia en el frontispicio del templo de Delfos, punto de arranque de la filosofía occidental. Sócrates (470 a. C. - 399 a. C.) concluye que “sólo sé que nada sé”; en el Cantar de los Cantares (1,8) leemos “si tú no te conoces, seguirás el camino del rebaño”; en el Deuteronomio (15,9) “estate atento a ti mismo”; San Agustín (354-430), refiriéndose a Dios, dice “noverim te, noverim me” (“conocerte y conocerme”); Erasmo de Rotterdam (1466-1539) señala que la filosofía lleva a la humildad de reconocer saber que nada se sabe. Esta ignorancia reconocida en quien busca con humildad comprende en palabras de Ibn´Arabi que “antes de que el mundo existiera, viña, racimo o uva, / nuestra alma estaba embriagada de vino inmortal”, porque la gnosis implica la posibilidad de comprender la unidad para poder llegar a comprender la esencia de las cosas. En el Evangelio gnóstico de Tomás (50: 12-13), encontrado en Haj' Hammadi, Jesús dice: “"Yo no soy vuestro maestro. Porque han bebido y se han embriagado de la corriente de la que me he apartado (…) aquel que beba de mi boca se volverá lo que Yo Soy: Yo mismo me convertiré en él, y las cosas que están ocultas le serán reveladas". Albert Pike (1809 - 1891) militar, escritor, abogado y masón estadounidense nos dice que "La Gnosis es la esencia de la Masonería” y que "es la religión universal, eterna e inmutable, tal como la plantó Dios en el corazón de la humanidad universal” además de que "en todo tiempo, la verdad ha sido ocultada bajo símbolos, y a menudo bajo una sucesión de alegorías, donde velo tras velo tuvo que ser penetrado antes de alcanzar la verdadera Luz, y quedara revelada la verdad esencial". Por su parte, San Juan alude a la Luz Divina que las tinieblas no han extinguido (Juan, 1:5) y en San Pablo se encuentran doctrinas comunes al Cristianismo primitivo y a la Gnosis cuando apela a "la Sabiduría de Dios (…), sabiduría recóndita, la cual predestinó y preparó Dios antes de los siglos para gloria nuestra, sabiduría que ninguno de los príncipes de este siglo ha entendido" (I-Corintios, 2: 7-8). El simbolismo del Cristo (y digo “del Cristo”, no “de Cristo”) es común en otras religiones anteriores a la Cristiana: en los persas es Ormuz; en el Mazdeísmo es Ahura Mazda; entre los indostanes es Krishna; en la antigua China es Fu-Hi; entre los antiguos germanos es Edda que toma el nombre de Balder; entre los aztecas es Quetzalcóatl; en la antigua Grecia es Zeus; en el antiguo Egipto es Osiris; y en la Europa pagana es Mitra.

Para René Guenon (1886-1951) la iniciación propiamente dicha consiste esencialmente en la transmisión de una influencia espiritual que sólo puede hacerse a través de una organización tradicional que a su juicio Occidente sólo mantiene a través de la Masonería y el Compañerazgo. El iniciado recibe una influencia espiritual cuyo origen no es humano porque el individuo que inicia es sólo un eslabón de una cadena cuyo origen está más allá de la humanidad. Dicha influencia espiritual no es mágica en tanto en cuanto, como señala Guénon, la iniciación tiene lugar en un nivel superior al de la magia porque esta última se desenvuelve en otro animal o psíquico. Para Guénon la religión asegura la salvación eterna por lo que mantiene a sus creyentes en un estado individual humano. Por el contrario, la iniciación permite alcanzar la realización o identidad suprema con el absoluto inconmensurable superando el estado individual y alcanzado estados superiores. La Masonería busca desbastar y perfeccionar la "piedra bruta", símbolo del Aprendiz, para ser capaz de conseguir la piedra "cúbica" del Compañero y, posteriormente, la "piedra cúbica en punta" del Maestro, siendo largo el camino que va desde la piedra bruta a la pulida que se coloca en el más bello arco de una Catedral. La Luz que entra por las vidrieras, identificada tradicionalmente con el espíritu y la sabiduría, se encuentra en todos los rituales de iniciación como antítesis de la oscuridad. Manly P. Hall (1901-1990), en “Las llaves perdidas de la masonería” dice que "La orden masónica no es una mera organización social, sino que está compuesta por todos los que se han agrupado para aprender y aplicar los principios del misticismo y los ritos ocultistas" así como que "son necesarias cualidades espirituales antes de que los verdaderos secretos masónicos puedan ser entendidos por los hermanos mismos". Oswald Wirth (1860-1943), masón, rosacruz y teósofo, en "El libro del aprendiz" nos dice que "al iniciaros en sus Misterios, la Francmasonería ha querido hacer de vosotros hombres escogidos, sabios o pensadores, elevándoos sobre la masa de los seres que en nada piensan. / No pensar es consentir en ser dominado, conducido, dirigido y tratado comúnmente como una bestia de carga. / Es por sus facultades intelectuales que el hombre se distingue del bruto. El pensamiento lo vuelve libre y le da el imperio del mundo. / Pensar es reinar. / Pero el Pensador ha sido siempre una excepción". En otro momento explica que “La iniciación enseña el Arte de Pensar, o sea el Arte Supremo, el Arte Real, el Gran Arte por excelencia” y “El iniciado debe esforzarse en pensar de una manera superior y, para lograrlo, debe romper toda comunicación con los pensamientos de orden inferior". En otra obra suya, “El Ideal Iniciático”, nos explica que la iniciación es activa porque “nos hace copartícipes en una obra, la Obra por excelencia, la Magna Obra de los hermetistas. La iniciación no se busca para saber, sino para obrar, para aprender a trabajar. Según el lenguaje simbólico empleado por cada escuela de iniciación, el trabajo tiene por objeto la transmutación del plomo en oro (Alquimia) o la construcción del Templo de la Concordia Universal (Francmasonería)”.

Arthur Zajonc en su obra de mediados de la década de 1990 “Atrapando la luz” nos cuenta que "en gran medida conocemos el mundo por intermedio de la vista. Naturalmente, Platón utilizaba la visión como metáfora de todo el conocimiento, denominando ´ojo del alma´ u ´ojo de la mente´ al órgano de percepción de la psique. Nuestra palabra ´teoría´ deriva del vocablo griego theoria, que significa ´contemplar´. Saber es haber visto, no pasiva si no activamente". Y nos comenta que según refiere Sochpenhauer éste discutía con Goethe acerca del fenómeno de la luz argumentando que era un fenómeno subjetivo. Goethe respondió diciendo que la luz no existe en la medida en que se ve si no que, refiriéndose a Schopenhauer, "¡tú no existirías si la luz no te viera!". Es decir, la luz "creó" (entendamos que originó la necesidad de crear) el ojo para ver la luz y si la luz no nos hubiera visto no tendríamos ojos y no podríamos verla. Lucas (11:33-36) expresa: “Nadie enciende una lámpara para luego ponerla en un lugar escondido o cubrirla con un cajón, sino para ponerla en una repisa, a fin de que los que entren tengan luz. Tus ojos son la lámpara de tu cuerpo. Si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz; pero si está nublada, todo tu ser estará en la oscuridad. Asegúrate de que la luz que crees tener no sea oscuridad. Por tanto, si todo tu ser disfruta de la luz, sin que ninguna parte quede en la oscuridad, estarás completamente iluminado, como cuando una lámpara te alumbra con su luz”.

Gonzalo Antonio Gil del Águila
10/05/09

(1) Según el Diccionario de la Real Academia, el término iniciación, que procede del latín initiatĭo, -ōnis), significa la “acción y efecto de iniciar o iniciarse”, definiendo iniciar, igualmente procedente del latín initiāre, como “1. tr. comenzar (‖ dar principio a algo)... 2. tr. Introducir o instruir a alguien en la práctica de un culto o en las reglas de una sociedad, especialmente si se considera secreta o misteriosa… 3. tr. Proporcionar a alguien los primeros conocimientos o experiencias sobre algo… 4. prnl. Dar comienzo…”. La idea de iniciación está indisolublemente vinculada a la del aprendiz, término definido por el mismo diccionario como “1. m. y f. Persona que aprende algún arte u oficio. 2. m. y f. Persona que, a efectos laborales, se halla en el primer grado de una profesión manual, antes de pasar a oficial”.

(2) aunque hay quien opina que su significado también pudiera ser el de “piedra del exilio”, “piedra que se encuentra lejos de casa” o incluso, si la expresión originaria fuese “lapis lapsus ex illis stellis”, “piedra que vino de las estrellas”

(3) Vitriolo, que nuestro Diccionario define como procedente del latín vitreŏlus, dim. de vitrum, vidrio, como “ácido sulfúrico”

SOBRE EL CONFLICTO DE KOSOVO

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El término Kosovo parece proceder del de origen eslavo kos que significa mirlo como se confirma con que el lugar de la batalla de 1389 frente a los turcos, Kosovo Polje, se llame en alemán Amselfeld o Campo del mirlo. Por albano-kosovares denominamos los residentes en Kosovo de origen albanés y religión musulmana anteriormente a su independencia. Considerados descendientes de los ilirios se convirtieron al islam durante el dominio turco abandonando el cristianismo ortodoxo constituyendo, por oposición a los serbios, el sustrato del nuevo estado kosovar declarado independiente en 2008. Los serbios, que al contrario que los kosovares no abandonaron la religión cristiana ortodoxa, ven Kosovo como la cuna de su cultura y el año 1389, el de su derrota frente a los turcos en la batalla de Kosovo Polje, el comienzo de una época de sometimiento que acabó con la independencia conseguida en 1170 del Imperio bizantino. Durante la dominación turca los serbios fueron desplazados de Kosovo a favor de los albaneses.

En 1912, durante la Primera Guerra Balcánica, Serbia aliada a Montenegro, Grecia y Bulgaria consigue su independencia y el territorio de Kosovo. En 1918, tras la Primera Guerra Mundial, Kosovo pasa a formar parte del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, denominado desde 1929 Yugoslavia. En 1945, poco antes de terminar la Segunda Guerra Mundial, varios miles de combatientes albano-kosovares se enfrentaron al Ejército yugoslavo por el control de Kosovo. En vísperas de la Segunda Guerra Mundial algo menos de la mitad de los habitantes de Kosovo era serbia pero 50 años después este porcentaje se redujo a menos del 10%. Los kosovares hablan una lengua indoeuropea que nada tiene que ver con la eslava de los serbios. Tras la Segunda Guerra Mundial, la Yugoslavia comunista del Mariscal Tito, quien encarnó la resistencia frente a Alemania, divide su territorio entre siete Repúblicas: Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Macedonia y Serbia. Kosovo, cuya extensión es inferior a 11000 kilómetros cuadrados, no fue una República de Yugoslavia y su territorio se encontraba dentro de la de Serbia.

En 1974 un nueva Constitución reconoce a Kosovo como provincia dentro de la república de Serbia y se crean escuelas que imparten las clases en albanés con observación de las fiestas islámicas. En 1980, muerto Tito, los albano-kosovares pidieron constituir la séptima república del Estado federal yugoslavo provocando el malestar y oposición de los serbios. Las reiteradas denuncias de estos de la creciente hostilidad de la mayoría albano-kosovar es el motivo argumentado por Slobodan Milosevic en 1989 para retirar la autonomía de Kosovo. En 1990, durante el proceso de desintegración del Estado yugoslavo, Kosovo declaró una independencia que sólo fue reconocida por Albania. Y el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) inició una lucha armada en la que fue derrotado.

En 1998 diversos medios de comunicación se hicieron eco de una denuncia de la Liga Democrática de Kosovo en la que se informaba del sitio serbio a varios pueblos así como de enfrentamientos armados. El 30 de enero de 1999 la OTAN apremió a Yugoslavia a firmar un acuerdo de paz con la advertencia de que de no hacerlo iniciaría bombardeos aéreos. Ante la negativa yugoslava la OTAN, sin la aprobación de la ONU, inició un ataque aéreo el 24 de marzo que se prolongó hasta el 10 de junio de 1999. Durante los bombardeos los serbios residentes en Kosovo fueron atacados por albano-kosovares mientras que albano-kosovares residentes en territorio yugoslavo lo eran por los serbios. El conflicto terminó con la firma del acuerdo Kumanovo en virtud del cual el territorio de Kosovo quedó bajo la administración de la ONU. Tras esto, el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) expulsó a los serbios y un grupo rebelde bajo la misma denominación inició acciones armadas en Macedonia, territorio con un 30% de población albanesa. El 4 de febrero de 2003 los Gobiernos de Serbia y Montenegro asumieron la continuidad de la ya extinta Yugoslavia federal, aunque de facto son Estados independientes. El 17 de febrero de 2008, Kosovo, apoyado por Estados Unidos y parte de la Unión Europea, proclamó su independencia. Varios Estados, entre ellos Serbia, Rusia y España no la han reconocido. Actualmente viven en Kosovo algo más de dos millones de personas.

Gonzalo Antonio Gil del Águila
julio 2009