El acto comenzó con la reunión de los miembros del Ayuntamiento en el salón de comisiones y la entrega del estandarte real a la concejal Isabel Fernández Muriel. Esta, escoltada por gastadores, bajó las escaleras del Ayuntamiento y sobre las 10:30 salió a la Plaza del Carmen. A su llegada, nacionalistas y ultraizquierdistas lanzaban gritos de "independencia", "viva Andalucía libre", "no tenemos nada que celebrar" o "en Granada, fachas fuera" mientras que algunos ultraderechistas levantaban el brazo derecho. Ambos grupos se encontraban separados por un cordón policial.
A continuación, la comitiva se dirigió a la Capilla Real atravesando Reyes Católicos, Plaza de Isabel la Católica, Gran Vía y Oficios. Una vez en la Capilla Real se ofició la misa por el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez. Durante su homilía dijo que "una guerra es una derrota de la humanidad aunque lo que celebremos sea una victoria" y mantuvo que esta fue "extraordinaria, exquisita y humana en comparación con otro tipo de conquistas en las que se pasaba a cuchillo. Comparada con otros fenómenos, estuvo marcada por una extraordinaria humanidad y gestos de amor (...) y ese pensamiento español fue el antecedente de los derechos humanos porque se reconocía que las personas de otros pueblos tenían la misma alma". Mostró su gratitud por "una tradición de la que no tenemos que avergonzarnos sino que dar las gracias" y reclamó libertad religiosa. Tras la misa, el concejal Eduardo Moral tremoló el estandarte y luego se hizo la ofrenda a los Reyes Católicos colocando en sus sepulcros una corona de laurel y un ramo de flores. Acabada la ofrenda se regresó al Ayuntamiento desde cuyo balcón Fernández Muriel tremoló el pendón saludando al público de Plaza del Carmen con el ritual de "-¡Granada! -¿Qué?".
Ante la tremolación desde el balcón algunos congregados gritaban "los genocidios no se celebran", "España asesina", "puta España", "Ejército asesino", o "no eran moros, eran granadinos" mientras enarbolaban banderas de Andalucía con las expresiones "Andalucía Independencia" o "Stop Nazis". Frente a ellos había banderas españolas sin el actual escudo constitucional, banderas de Falange y como pancartas con la expresión "Por una nueva reconquista. Alianza Nacional". Sin relación con ambos grupos un tercero exhibía una pancarta con el lema "Recuperemos el papel histórico que Andalucía le ha robado a la región de Granada". Los simpatizantes independentistas y de extrema izquierda aplaudían ante el himno de Andalucía y pitaban al Ejército. Los ultraderechistas gritaban vivas a España y al Rey ante el himno nacional y aplaudieron al Ejército.
El alcalde, José Torres Hurtado y el subdelegado del Gobierno, Antonio Cruz, coincidieron en señalar que el acto acto se había desarrollado con ausencia de incidentes.
Por la tarde se celebró en el Teatro Isabel La Católica la denominada Fiesta de las Culturas en la cual se entregó el Granadillo 2011 al periodista Jesús Quintero, que no acudió al acto, en consideración a su trabajo a favor del diálogo entre culturas. La marroquí Ihsan Rimiki interpretó canciones populares españolas y hubo música y danza árabes y andalusíes.
Desde la asociación Granada Histórica se ha pedido el reconocimiento de la fiesta de la Toma como bien de interés cultural mientras que la Plataforma Granada Abierta promovió un acto en la Fundación Euroárabe bajo el lema "Por el diálogo entre las culturas". Durante el acto se presentó el libro "La España racista", de Esteban Ibarra, y el autor pidió la creación de una "Fiscalía de Delitos de Odio" para combatir la intolerancia.
Gonzalo Antonio Gil del Águila
Publicado en NOTICIAS DE GRANADA
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un articulo objetivo e imparcial sobre esta fiesta, por fin un periodista que escribe explicando las cosas y sin demagogia
Anónimo
21 de abril de 2013, 19:36así debería escribirse sobre estas cosas
Anónimo
13 de junio de 2015, 12:27