Picio, citado en varias producciones literarias a partir de mediados del siglo XIX, es sinónimo de fealdad asociado al nombre de un zapatero de Alhendín que viviera en la primera mitad de ese siglo aunque no se ha probado su existencia real.
El afrancesado español Sebastián de Miñano y Bedoya (1.779- 1.845) - que fue político, escritor, periodista, historiador y geógrafo -, en su obra "Sátiras y panfletos del Trienio Constitucional (1.820-1.823)" hace una mención a Picio como alusión de Antonio Alcalá Galiano (1.789-1.865), político liberal exaltado del que Pío Baroja (1.872-1.856) afirmó en su obra "Desde la última vuelta del camino" que era "reputado por su elocuencia y por su fealdad". El texto es el siguiente: "Pero aun esto no es nada, si se compara con el mal pago que has dado a aquel anciano Picio, orador de hierro, fundador de templos fortificados, perseguidor de nombres gloriosos, imitador del dulce Robespierre y pretendiente a dictaduras y regencias. ¿Cómo pudiste dudar de su ardiente amor a la justicia desde que le viste denunciar al propio alcaide de la prisión en que se hallaba por haber tenido la condescendencia de permitirle ciertos desahogos que él mismo había solicitado? ¿Qué juez no fue venal en su boca? ¿Qué eclesiástico no fue un hipócrita? ¿Qué militar no fue cobarde? ¿Qué diputado no fue débil? ¿Qué ministro no fue un pastelero?". Por la misma época el escritor y autor dramático Manuel Bretón de los Herreros (1.796 – 1.873) escribió los siguientes versos: “Soy más feo que Picio / y es mi mayor suplicio / gustar de la hermosura. / Si al fin por desventura / acepta alguna bella / mi amor, ¡tal será ella! / Capricornium me fecit, lo preveo. / Ay desgraciado del que nace feo”. En su obra de 1.874 "El sombrero de tres picos", Pedro Antonio de Alarcón (1.833-1.891), nacido en Guadix (Granada) nos dice que "El tío Lucas era más feo que Picio". José Antonio Pascual Rodríguez (nacido en 1.942), lingüista y Catedrático de Lengua española de la Universidad Carlos III de Madrid y miembro de la Real Academia de la Lengua Española desde 2.002 como sillón “k” pronuncia, con ocasión de su ingreso, un discurso en el que se refiere a Benito Pérez Galdós (1.843-1.920) diciendo: “Esto ocurre en una novela que Galdós no llegó a rematar: Rosalía, y esos huéspedes se llaman Miss Sherrywine 'solterona y marimacho de cincuenta años […] inteligente en vinos y toda clase de licores', cuyo exquisito gusto en esta espiritosa materia sería probado más adelante; Mister Trifles: 'anticuario, rebuscador de vasijas, trozos de mosaicos, manuscritos, objetos prehistóricos, retazos de sepulcros, relicarios y demás preciosos objetos…', cuyo significado aclara el propio novelista en una nota en el manuscrito: 'Baratijas'; Mister Pimp y su esposa Mistress Pimp, 'ambos tan pequeños que parecían enanos'. ¿Se sorprenderá el lector de que se presente más adelante a Pedro Picio como 'un joven [...] de extrema fealdad'?”.
El paremiólogo (1) así como musicólogo, filólogo y sacerdote José María Sbarbi y Osuna (1.834- 1.910) nos contaba en su obra "Gran Diccionario de Refranes de la lengua española" que Picio, un zapatero natural de Alhendín que vivió a primeros del siglo XIX, fue condenado a la pena de muerte y que hallándose en capilla antes de ser ejecutado recibió la noticia del indulto causándole tal impresión que se quedó a poco sin pelo, cejas ni pestañas y con la cara tan deforme y llena de tumores que pasó a ser citado como modelo de fealdad más horrorosa. Sbarbi refiere haber hablado con personas que habían conocido a Picio, que este se mudó a Lanjarón y que de allí, fue expulsado por no entrar jamás en la Iglesia al no querer descubrir su cabeza y que marchó a Granada donde murió poco después. Se dice que cuando el cura iba a darle la extremaunción usó una caña porque debido a la fealdad del moribundo le aterraba acercarse. José María Iribarren (1.906-1.971), que además de paremiólogo (1) fue escritor, periodista, lexicógrafo y abogado, a pesar de dudar de la historicidad del personaje nos cuenta en su obra de 1.955 "El porqué de los dichos. Sentido, origen y anécdota de los dichos, modismos y frases proverbiales de España con otras muchas curiosidades” que: "Para ponderar la fealdad de alguien, suele decirse que es ‘más feo que Picio, a quien de feo que era, le dieron la Unción con caña, por lo asustado que estaba el cura’”.
Puede pensarse que Picio no fue un personaje real si no inventado puesto que ni se tienen referencias biográficas del mismo ni se trata de un apellido usual en España. Por otro lado, en el País Vasco existe un carnavalesco Pitxu que presenta algunas coincidencias compartiendo la idea de muerte y resurrección propia del Carnaval que en el caso de Picio se han sustituido por una condena a muerte y un posterior indulto. Por otra parte, la anécdota del cura dando la extrema unción con una caña puede asociarse con algún personaje tal vez de de fiesta o de verbena.
Parece ser que Picio es otro nombre del dios al que los romanos llamaron Vulcano y los griegos Hefesto, dios del fuego y la forja, los metales y la metalurgia, de los herreros, artesanos y escultores, el cojo, feo y lisiado hijo de Zeus y Hera; dios que no es representado en “La Fragua de Vulcano” de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1.599-1.660) y otras obras como feo o deforme aunque sí se tuvo por tal en la Antigüedad; el mismo dios al que en la Iliada Janto, otro dios también, le ordena, a él cojo, aplacar el río que persigue a Aquiles, el de los pies ligeros.
En la provincia de Granada existe en La Alpujarra una entidad local llamada Picena, municipio independiente hasta que el año 1.975 se unió junto a Júbar, Laroles y Mairena constituyendo el nuevo municipio de Nevada. Quizás no sea descabellado pensar que Picena proceda del topónimo latino Piciana y este del nombre Picius. Curiosidades de Picena son su gentilicio, picineros, y que tenga igual Patrón que Granada, San Cecilio. Y curioso también es que durante las Fiestas de La Candelaria y San Cecilio, llamadas Fiestas de Inverno, el 31 de Enero, víspera de la festividad de San Cecilio, los hombres salen al campo para traer las matas con las que se alimentará una hoguera a la que se llama “chisco”. Una vez terminado el trabajo todos se reúnen, comen y beben, no faltando actos religiosos en honor a los santos ni actividades lúdicas como los juegos y verbenas.
Gonzalo Antonio Gil del Águila
Granada, 2008
(1) La expresión Paremiología procede de las voces griegos “paroimía”, que significa proverbio, y logos, que podemos traducir por tratado, siendo así la disciplina que tiene por objeto de estudio los refranes, proverbios y aseveraciones que pretenden transmitir conocimientos procedentes de la experiencia popular. Esta disciplina cuenta con una dilatada tradición en España ya que los primeros compendios conocidos son del siglo XV.
Enlace a un artículo publicado en el periódico Ideal el 7/04/10 en el que se alude a este trabajo >>>
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