María Kodama, hija de un arquitecto japonés nacida en Buenos Aires en 1.945, era desde 1.975 secretaria del escritor argentino Jorge Luis Borges (1.899-1.986) con quien se casó en 1.986 poco antes de la muerte de este. María acudió a Granada en 1.999 para intervenir en un encuentro bajo el nombre “Borges: Cien años”. Con motivo del acto comentó que ella había estado años atrás a la ciudad junto con Borges y que le recordaba enamorado de Granada y la Alhambra, las cuales él había visto muchos años antes. Ella se impresionó con el poema que dice “no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada” ya que en la que ambos hicieron Borges estaba ciego.
Borges escribió un poema llamado Alhambra en el que nos dice: “Grata la voz del agua / a quien abrumaron negras arenas, / grato a la mano cóncava / el mármol circular de la columna, / gratos los finos laberintos del agua / entre los limoneros, / grata la música del zéjel, / grato el amor y grata la plegaria / dirigida a un Dios que está solo, / grato el jazmín. / Vano el alfanje / ante las largas lanzas de los muchos, / vano ser el mejor. / Grato sentir o presentir, rey doliente, / que tus dulzuras son adioses, / que te será negada la llave, / que la cruz del infiel borrará la luna, / que la tarde que miras es la última”.
Gonzalo Antonio Gil del Águila
Granada, 13 de Enero de 2.008
JOSÉ LUIS BORGES Y MARÍA KODAMA EN GRANADA
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lunes, 9 de marzo de 2009
21:26
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Muy bonito. Estudio literatura en Granada y son un amante perdido de la literatura de Borges. Es alucinante leer esta poesia. Gracias.
Pepel
1 de febrero de 2010, 22:00